Hace años atrás la figura paterna era vista de forma distinta, toda la responsabilidad de la crianza y la educación de los hijos estaba en manos de las mujeres, pues ellos solo se hacían cargo del sustento económico y de imponer el respeto.
Antes papá era alguien lejano, que debía ser respetado, honrado y en el peor de los casos temido por los demás miembros de la familia, su sola presencia era sinónimo de autoridad.
Sin embargo, el hombre de estos tiempos es un padre presente en todos los aspectos de la vida de su hijo.
“Hoy los padres están mucho más implicados y accesibles en cuanto a los cuidados de los hijos se refiere. En la actualidad, es común ver a papá llevando a los niños a la escuela, al médico, interesándose por la ropa y el peinado o simplemente realizando alguna actividad cotidiana y divertida como cocinar o montar bicicleta”, comenta la psicóloga clínica y terapeuta familiar Zuleyma Rosario.
Señala que no solo se involucran en los asuntos de sus vástagos cuando están en la etapa de la niñez y adolescencia, ya que en la juventud y adultez muchos padres de hoy día buscan interesarse por las aficiones de sus hijos, compartir sus experiencias, expresar sus sentimientos, escucharles activamente y apoyándoles, pero siempre permitiéndoles ser ellos mismos.
La experta agrega que todo esto da paso a un papá más cercano, que tiene menos temor a equivocarse y que se muestra más humano.
¿A qué que se debe este cambio? La doctora Rosario, quien labora en Terapia Boutique, entiende que el hecho de que los padres hayan cambiado su mentalidad en cuanto a la relación con sus hijos es una de las consecuencias positivas de estos tiempos modernos.
“Papá tiene más acceso a la información y a su vez mayor permiso de acercarse a sus hijos sin sentirse juzgado o descalificado en su rol”, asegura.
Otro factor que influye -revela la psicóloga- es que el rol de mamá también ha cambiado y al sentirse la mujer con la necesidad de desarrollar otras áreas de su vida fuera de la maternidad, muchos padres han tenido que asumir papeles que han desarrollado en ellos una mayor sensibilidad y empatía hacia sus hijos.
Añade que otro elemento que actúa es el no querer repetir un patrón de crianza que vivieron y les afectó.
“ Muchos padres modernos dicen: mi padre no me dio confianza o nunca estuvo cuando lo necesite y con mis hijos yo seré distinto”, refiere.
De igual modo se observa cómo padres muestran con frecuencia el tipo de relación que tienen con sus hijos en las redes sociales, lo cual hace que se sientan identificados y con el permiso de hacerlo sin dejar de lado el hecho de que los hijos también están más informados y conscientes de que necesitan este tipo de relación con papá y de cierta forma se la exigen.
Por último, la especialista afirma que este tipo de acciones por parte del progenitor, influye de manera muy positiva en la conducta de los hijos. “Son criaturas con mejor autoestima, más seguros, con una mejor capacidad de relacionarse, una buena actitud hacia la vida y por ende más exitosos y felices”, concluye.