“El padre de la ética”, un mes después

“El padre de la ética”, un mes después

Pido la venia de mis amables lectores para este “conversatorio”, porque no es fácil cuando el mejor amigo muere. Es difícil arrinconar el manto de la tristeza que nos arropa cuando muere un padre ejemplar. Permítanme citar versos de un poeta amigo, León David: “Todo el horror, la rabia, el tedio, el sufrimiento/Que el pecho descompone con su mordida amarga/El plomizo fantasma abruma del momento/Y una ominosa sombra la soledad embarga”. Deseamos todos los Silié dar las gracias a tantos amigos por su solidaridad, por sus gentilezas para con todos nosotros ante la muerte de Don José Silié Gatón.

Un abrazo fraterno de agradecimiento que los abarque a todos, empezando por sus excelencias, el Presidente de la República y la muy estimada Vicepresidenta. Agradecemos las guardias de honor junto a su féretro, de la Academia de Ciencias y la UASD, en la persona de su rector Dr. Iván Grullón, junto al Consejo y cuatro ex rectores; al buen amigo Lic. Héctor Valdez Albizu, a los juristas César Pina y Edgardo Hernández por recordarnos que en el frontispicio de la Suprema Corte está el “Decálogo del Juez” que mi padre ideó y al Lic. Roberto Saladín, por su gran solidaridad. La venia otorgada me permite citar lo que han dicho otros sobre mi padre. César Medina, en su columna del Listín Diario, escribió: “Don José fue un profesional indoblegable, firme en sus posiciones, inmanejable desde las instancias del poder, recto y justo, con una personalidad que inspiraba respeto por su trato decente, caballeroso, delicado, pero al mismo tiempo fiel a la justicia y equidistante de los intereses partidarios”.

Doña Ivelisse Prats Ramírez, en su ”Plural” subrayó : “Prójimo él mismo, cercano a todos, afable, sonriente, pero recio y vertical es sus creencias, insobornable, paladín de una razón ética que anda de bracete con la acción moral que transforma el “yo” solitario en un “nosotros” participativo… Un referente para emprender la obra de regeneración espiritual que necesita la sociedad dominicana. A mí, mientras velaba su cadáver, me impartió esta clase, magistral, como todas las suyas”. Don Luis Scheker, en su columna en este periódico, ponderó sobre mi padre: “En nuestro terruño también sediento de ejemplos de dignidad apostólica, revive por siempre, con su muerte la vida y la obra sublime del Dr. José Silié Gatón, -el padre de la ética-”.

El amigo Wilfredo Mora, en su columna del periódico El Día comentó: “Los grandes temas éticos lo rodearon durante toda su vida, y junto al maestro Eugenio María de Hostos se ha ganado un sitial imperecedero. Su libro “Ética profesional”, siempre conservará la tinta fresca de su –jubileo docente-“. Con motivo de la celebración del Día de la Ética, asistimos a dos homenajes póstumos para mi padre, uno en la explanada frontal del Ministerio de Educación, donde el Viceministro, Luis de León, luego que enhestamos la bandera, señaló: “Dedicamos este homenaje como un reconocimiento a un cultor de la ética que se asemeja en su condición humana y moral a la categoría de un Ulises Espaillat y un Juan Bosch, hombres que como Don José Silié Gatón, por sus conductas y sus razones de vida han alcanzado niveles de prohombres”. En el solemne acto que mucho agradecemos, el Viceministro anunció que ante el Lic. Carlos Amarante empezaba las diligencias para nombrar una de las escuelas de la capital con el nombre de nuestro padre. En la noche, en la augusta Academia de Ciencias recibimos un hermoso diploma donde se consignan sus méritos y los grandes aportes sociales que lo hicieron merecedor de ser considerado “ciudadano ejemplar”. Durante el emotivo acto, los licenciados Milcíades Mejía, presidente de la Academia, y Gabriel Read, Rector de la Universidad Interamericana, anunciaron la creación de la “Cátedra permanente de ética Dr. José Silié Gatón”, auspiciada por ambas instituciones. A todos ¡gracias del alma!

 

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