El padre Quinn aboga por plan piloto sobre pagos de servicios ambientales

El padre Quinn aboga por plan piloto sobre pagos de servicios ambientales

La experiencia acumulada en 43 años de gestión medioambiental por la Asociación para el Desarrollo de San José de Ocoa, Inc (ADESJO), en coordinación con 83 Consejos Comunitarios, podría aprovecharse para diseñar y ejecutar un plan piloto sobre el pago de los servicios ambientales y el manejo sostenible de las cuencas hidrográficas, afirmó el padre Luis J. Quinn, director ejecutivo de la institución.

El sacerdote se hizo eco del clamor de la sociedad ocoeña para que se le exonere del pago de energía eléctrica y agua potable como compensación por la inversión realizada en los servicios ambientales, un mecanismo aplicado con efectividad en Costa Rica, Bolivia, Nicaragua y otros países.

La solicitud se fundamenta en que más de un 70% del agua potable que consume Santo Domingo proviene de las montañas ocoeñas, principalmente de la cuenca del río Nizao, como también el agua que irriga las provincias Peravia y San Cristóbal, además de la generación de electricidad a través de las presas de Jigüey-Aguacate y Valdesia.

“Por consiguiente -apuntó-, consideramenos que nos están penalizando injustificadamente con el pago de servicios (agua y luz), cuando somos nosotros los que nos encargamos de protegerlos, cuidarlos, conservarlos y producirlos”.

Quinn citó programas emprendidos por ADESJO con las comunidades rurales y suburbanas de Ocoa que servirían de plataforma para el aspirado sistema de pago, el cual garantizaría el manejo sostenible de los recursos naturales:

—35 subproyectos en las cuencas de Ocoa y Nizao para irrigar 15,000 tareas y beneficiar 1,500 familias en valles intramontanos, donde los dueños de fincas distribuyen hasta un 50% de sus tierras entre agricultores que vivían de la tumba y quema progresiva de extensas áreas. Para contrarrestar esa práctica protegen unos 100 arroyos, cañadas y manantiales, reforestando con especies nativas. En cada comunidad beneficiaria hay un Comité de Vigilancia de los recursos naturales.

—Producción de hortalizas orgánicas bajo invernaderos; el 80% de los beneficiarios son mujeres organizadas.

—Construcción de 146 acueductos rurales manejados por los comunitarios, quienes protegen 120 arroyos, cañadas y manantiales a través de los comités de agua de cada poblado.

—Amplio e innovador programa sobre la cultura del agua con la participación de los Consejos Comunitarios, líderes comunitarios, profesores y alumnos, y las asociaciones de padres, madres y amigos de las escuelas.

—Reforestación con fines de protección y comercialización de 115,000 tareas. Incluye un proyecto de distribución de tierra (mini reforma agraria forestal), para garantizar la calidad de las aguas, mantener los caudales de ríos y otros acuíferos y, en otros casos, recuperar arroyos que se habían secado, como los de La Vereda y El Derrumbado.

—Siembra de frutales con un importante cambio de uso de suelos antes bajo cultivos de ciclo corto, con una disminución significativa de la erosión.

—Programa de conservación de suelos con diferentes prácticas conservacionistas aplicado en 110,000 tareas, permitiendo mejorar la calidad de las aguas, disminuir la erosión y la sedimentación de las presas y diques, y por ende, un aumentar su vida útil.

—Ejecución de dos mini-hidroeléctricas y una micro-hidroeléctira para beneficiar 121 familias rurales.

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