FIDIAS OMAR DÍAZ
En la República Dominicana, de débil democracia y régimen presidencialista, donde el Presidente de la República es al mismo tiempo jefe del Estado y del Gobierno, el respeto al «principio de continuidad del Estado» es una quimera; sin embargo, el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) ha sido honrado por el respeto permanente asumido ante el mismo por los secretarios de Estado de Salud Pública y Asistencia Social (SESPAS), desde el inicio de su implementación hasta hoy.

Es un programa permanente de medicina preventiva que emerge de la estrategia de Atención Primera de Salud establecida en la Reunión de la OMS y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en Alma-Ata, Rusia, en 1978, incorporado por Las Américas, en base a los enunciados de su Plan Decenal de Salud.

El PAI forma parte de los sub-programas permanentes del Programa Materno-Infantil; es un proceso que implica la planificación de las vacunas para las necesidades anuales, la solicitud de compra al exterior a través de la OPS/OMS, recibirlas en el aeropuerto, su traslado a la SESPAS para su conservación y manejo en el cuarto frío, así como su distribución para las Jornadas Nacionales de Vacunaciones, en puestos fijos, y en prevenir enfermedades por imprevistos fenómenos atmosféricos.

Los objetivos del PAI se definen según la política de salud, población por grupos de edades; coberturas de inmunizaciones y morbi-mortalidad por grupos de edades, principalmente hacia los grupos lábiles, mediante la planificación, implementación y un sistema de evaluación continua del programa a nivel nacional, con asesoría técnica de la OPS/OMS.

Este programa es un conjunto de acciones y actividades dirigidas frente a ciertas enfermedades infecciosas prevenibles por vacunas, a los fines de disminuir el índice de enfermedades y muertes en la población de mayores riesgos.

Hay un esquema que sirve de guía para la aplicación correcta de las vacunas que corresponden a los niños, edad, a los adultos, las embarazadas y mujeres en edad fértil, vía de administración, las de aplicación el mismo día, la dosis y los intervalos entre dosis no menor de cuatro semanas.

La inmunización es el proceso que induce al aumento de la resistencia ante enfermedades prevenibles por vacunación, que es la administración de una suspensión de microorganismos atenuados o muertos por vía oral, subcutánea, intra-dérmica e intramuscular, para provocar la formación de anticuerpos, a los fines de producir un estado defensivo inmunitario que supere o reduzca los efectos de ciertas enfermedades infecciosas por virus o bacterias.

Las vacunas y enfermedades inmunoprevenibles del PAI son: la Anti-polio (poliomielitis); Anti-hepatitis B (hepatitis), BCG (meningitis tuberculosa), Pentavalente (DPT/HB + Hib); Difteria, tosferina, tétanos, hepatitis B, meningitis y neumonía); DPT y HiB: Difteria, Tosferina y Tétanos; SRP (sarampión, rubéola y papera); SR (sarampión y rubéola); Triple DPT (Difteria, Tosferina y Tétanos), Meningococo (meningitis); La dupla DT (Difteria Tétanos); y la Vit-A, para la prevención de problemas visuales. Las vacunas y la vitamina A son gratuitas.

Aunque en 1937, Decreto 1886 del 6 de mayo, se hizo la primera vacunación, la anti-diftérica, luego la anti-polio (1956); se fueron agregando otras vacunas, y en 1975 se crea el Comité Nacional de Control de la Poliomielitis y se elaboró el Plan Nacional de Vacunación 1975-80, pero fue a finales de 1978 que se adoptó el PAI.

Desde aquí se implementaron jornadas de vacunaciones contra la Poliomielitis en 1983; en 1985 contra el sarampión y tétanos, entre otras; desde 1992 se establecen puestos fijos; en 1993 jornadas descentralizadas por regiones, hoy provinciales; y se llevó a efecto el «Plan para erradicación del tétanos neonatal y el sarampión».

Dentro de la «Semana de vacunación de Las Américas», en abril del 2006 se realizó la vacunación en niños con anti-polio oral y la Pentavalente en puestos fijos y, una dosis de vitamina A; en todo noviembre y luego prolongada al 21 de diciembre la Jornada de eliminación de la Rubéola y el Síndrome de Rubéola Congénita en edades de 7 a 39 años, en ambos sexos, a través de la vacuna dupla SR.

La SESPAS tiene la responsabilidad de guiar el desarrollo y evaluación permanente del PAI para examinar si es coherente y apropiado con sus objetivos, como la vigilancia epidemiológica en todos los niveles.

Aunque existen todavía grandes desafíos para el PAI, tenemos la satisfacción de haber recibido en 1993 el «Certificado de erradicación de la Poliomielitis», tenemos control del sarampión, el reconocimiento por la triunfal «Jornada de eliminación de la Rubéola y el Síndrome de la rubéola Congénita», entre otros logros.

En el año 2008 y venideros, debemos preservar y fortalecer el PAI, que es abrir la puerta de entrada a la ejecución de los programas de la Atención Primaria de Salud en los Centros de Atención Primaria, hacia un efectivo Plan Básico de Salud (PBS) del Seguro Familiar de Salud Régimen Contributivo, como garantía de la Seguridad Social en nuestro país.