El ingeniero Pedro Delgado Malagón, presidente de la empresa Tecnoamérica y exsecretario de Obras Públicas, afirma que uno de los graves inconvenientes que tiene la administración pública es su imposibilidad  administrativa y económica de darle mantenimiento a las obras.

En ese sentido, recuerda que desde la década de los años  90 el país viene adoleciendo de un verdadero sistema de mantenimiento y han colapsado los programas, algunos incluso recomendados por organismos internacionales que han traído modelos que han impulsado en otras naciones.

Delgado Malagón fue entrevistado por reporteros de Hoy sobre este y otros temas de las obras públicas.

Manifestó que a las obras hay que conservarlas como a la gente, ya que  si no va al médico y se hace una revisión periódicamente se puede morir un, día hasta de un susto.

El problema del mantenimiento de las obras públicas no es exclusivo de la República Dominicana sino de todos los países de América Latina, en donde la tendencia ha sido contratar el mantenimiento con empresas privadas que se ocupen de eso, porque mantener una red vial de cinco mil kilómetros y de 12,000 kilómetros de caminos vecinales como “tenemos nosotros no hay administración pública que sea capaz de hacerlo”.

Refirió que siendo ministro de Obras Públicas, hace muchos años,  el Banco Mundial pensó que se podía hacer la administración de mantenimiento a través de las ayudantías que tenía ese organismo en todo el país.

Esa también fue una idea de la Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos, que trajo al país una idea muy romántica, que fue contratar “obreros camineros” para que cada peón manejara el mantenimiento de un kilómetro, aquello eran ideas que no tenían que ver con caminos pavimentados, con  muchos tráfico y eran ideas que venían de África, donde sí funcionaban.

Con ese plan que se llevaba a cabo en caminos de tierra, se  creaban fuentes de trabajo para cierta cantidad de gente en esa actividad

Zoom

Equipos

Delgado Malagón sostiene que aun en los mejores tiempos del Ministerio de Obras Públicas no se pudo contar con la cantidad de equipos necesarios para dar mantenimiento a todas las carreteras y caminos vecinales. El modelo de mantenimiento vial a través de las oficinas del Estado se desmanteló en los años 90.