El país carece de obras hídricas para manejo contaminación ríos

La oferta total de agua del país es creciente y está condicionada por la contaminación de ríos y acuíferos debido a la carencia de obras hídricas, según un análisis del experto hídrico, Gilberto Reynoso.
Sostiene que los recursos hídricos potenciales para todos los usos y la disponibilidad, la República Dominicana usa el 56.6%, lo que genera un nivel de presión fuerte sobre ellos.
Considera que si no se adoptan medidas para la conservación de los recursos hídricos nacionales, la generación descrita generaría a futuro no muy lejano una situación indeseable en el marco del desarrollo sostenible del país, agudizando la problemática del agua, de tal forma que para el 2025 la dotación estaría cercana 976 m3 /habitante/ año, considerada como escasez crónica de agua.
La disponibilidad per cápita para el 2025 resulta en promedio 2,395 m3 /habitante /año, clasificando al país en el rango de baja disponibilidad per cápita (2,000 a 5,000 m3 /habitante/ año).
Se estima que si se incorporan reducciones, tanto por alteración de la calidad del agua, como por la regulación natural, la disponibilidad promedio sería muy baja de 1,576 m3 /habitante/ año.
Además, esa misma disponibilidad proyectada al 2020 resulta una dotación per cápita de 1,502 m3/ habitante/ año, que situaría al país entre los de muy baja disponibilidad per cápita y con problemas de tensión hídrica (1,000 a 1,670 m3/ habitante/ año).
La información disponible sobre los recursos hídricos nacionales permiten afirmar que el país se caracteriza por una alta variabilidad especial y temporal en la distribución de su recurso hídrico, dijo Reynoso.
Esa variabilidad de oferta de agua hace que se presenten señales de seria preocupación e incluso de alarma en algunas provincias, porque no existe suficiente ordenamiento para el uso de los recursos hídricos.
Además, explica, muchos de los aprovechamientos para el riego y los acueductos del país se abastecen en general de ríos no regulados, acuíferos subterráneos y arroyos que no cuentan en su mayoría con programas de protección de cuencas, sistemas de regulación y almacenamiento y tratamiento ni con previsiones económicas para realizarlas. Las extracciones de agua subterránea en el país se estiman entre 500 y 600 M3/a.