El país de hoy

El país de hoy

¿Cómo es la sociedad dominicana de hoy? ¿Es diferente a como fue ayer o la conducta social es igual a lo largo de nuestra historia? ¿Actuamos como los perros de presa de la colonia de que habló el doctor Joaquín Balaguer?

¿Nos conducimos como los galeotes, detritus humano que escogió la corona española para que acompañaran a Cristóbal Colón?

Vinieron, a la aventura, presos de toda calaña., fulanos de la más baja  estofa, aquellos sin fortuna, bribones de toda laya, carne de mazmorra de los cuales habla el siquiatra venezolano Francisco Herrera Luque en “Viajeros de Indias”.

El personajillo retratado en “La Vida del Buscón”, anterior a la camorra siciliana, capaz de cualquier cosa. Ese Pedro Urdemales (Pedro Animal, de los cuentos de Juan Bobo) actúa como amo y señor de horca y cuchillo.

Parece que tenemos como paradigmas a Pedro Santana y no a Juan Pablo Duarte, a Buenaventura Báez y no a Ulises Francisco Espaillat, a Ulises Heureaux y no a Pedro Francisco Bonó.

Transitamos el oscuro camino del barrilito, por el trillo de las exoneraciones vendidas por legisladores quienes también venden legislaciones, entre el tráfico de influencias, el nepotismo, las promesas falsas, los fuegos fatuos verbales que se convierten en espejismos que convencen a sus autores.

Las buenas costumbres se fueron de vacaciones. La vergüenza quedó arrinconada en el patio de la casa humilde donde vivieron siempre los poderosos de hoy, hijos del pueblo que han  dado la espalda a su pasado, a sus ancestros, a sus amigos.

Ahora sustituyen a los ricos de antes. Viven en la espuma de la adulación, caminan sobre nubes de ignominia.

Han perdido todo sentido del respeto a los demás, del temor al qué dirán.

Hacen ostentación del súbito bienestar que producen las riquezas mal habidas que no se pueden ocultar, no hay lugar ni necesidad de esconderlas; total, aquí no hay justicia y lo que hay está agarrado por un narigón.

Parecería como si no importara que el filo de la escala moral corte a quienes la violen. Ya ellos proclamaron que la escala moral no existe.

¿No robar? ¿Y de qué viviremos cuando salgamos del gobierno? Hay que hacer cualquier cosa por mantener el nivel alcanzado, no importa cómo.

¿Salir del gobierno? ¿Quién ha dicho que lo bueno se cambia?

¿La democracia? Sí, aquella que permite aplicar la ley del embudo.

 Lo ancho para mí, lo estrecho para ti, así les toca a todos, para algo tenemos la mayoría.

¿Es preciso aplaudir tanta poca vergüenza? Eso no lo hago ¿y usted?

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