La quiebra y clausura de dos bancos en Estados Unidos disparó alertas por todos lados en razón de la fluidez de canales que conectan a los mercados financieros expuestos al efecto dominó que años antes metieron al mundo en graves problemas. Tras analizar en reunión extraordinaria las características y ramificaciones internacionales de lo ocurrido, la Junta Monetaria certifica «de manera precisa» que no existe interacción directa del país con los entes colapsados.
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Además, y por lo mismo, las reservas internacionales del Banco Central de más de US$15 mil millones no están expuestas a los bancos afectados por cuyos depósitos ya responde el Gobierno norteamericano llevando tranquilidad a las bolsas de valores. Contra la posibilidad de una escalada de crisis de confianza extendiéndose hacia la región la Junta ha destacado la fortaleza del sistema financiero dominicano con liquidez y disponibilidad de capitales para absorber choques.
Los bancos múltiples locales están bajo escasa morosidad sobre sus carteras, sus reservas superan en «cuatro veces los créditos improductivos» y sus índices de solvencia superan lo requerido por la ley. En consecuencia el ahorro nacional está apropiadamente manejado y enfocado con énfasis al desarrollo desde entidades supervisadas con idoneidad. La Administración Monetaria y Financiera reafirma a la sociedad su compromiso con la estabilidad prometiendo mantener su habitual vigilancia sobre los mercados financieros y los riesgos globales.