El país importa sustancias tóxicas, dañinas a la salud

El país importa sustancias tóxicas, dañinas a la salud

La República Dominicana es signataria de convenios internacionales y además cuenta con normas nacionales  que prohíben o limitan el  uso de sustancias tóxicas, sin embargo  debilidades jurídicas y técnicas, la vulnerabilidad de la frontera con Haití y la dispersión institucional dificultan la aplicación de estos instrumentos. El país todavía usa   Bromuro de Metilo  para fumigaciones en cuarentena y preembarque, un plaguicida muy potente que produce cáncer, según análisis en los Estados Unidos.

La República Dominicana es signataria de convenios internacionales y además cuenta con normas nacionales  que prohiben o limitan el  uso de sustancias tóxicas, sin embargo  debilidades jurídicas y técnicas, la vulnerabilidad de la frontera con Haití y la dispersión institucional dificultan la aplicación de estos instrumentos.  

Uno de estos ejemplos es el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs), aprobado en 2001,  cuyo objetivo es proteger  la salud humana y el medio ambiente de los efectos de un grupo de contaminantes y que en su mayoría estaban prohibidos desde el 1991 mediante decreto. Aún está pendiente  un monitoreo e inventario global  sobre el uso de estas sustancias en la agricultura e  industrias.

Además el país aún usa   Bromuro de Metilo  para fumigaciones en cuarentena y preembarque, para cumplir  una exigencia de importación. La empresa Furosa es la única que importa esta sustancia, que  es un plaguicida muy potente que produce cáncer, según análisis en los Estados Unidos.

Esta sustancia está totalmente prohibida para la fumigación de suelos agrícolas y está regulada por el Protocolo de Montreal  que busca eliminar las sustancias agotadoras de la capa de ozono (SAOs) y en cuya aplicación  el país ha sido más exitoso.

Otro producto que todavía se usa en el país es el Paraquat,  un poderoso herbicida que produce envenenamiento   agudo. Su importación  ha estado justificada a la falta de  alternativas para tratar algunas malezas que afectan   la producción de flores.

Mientras  otro de los  problemas que enfrenta el país  es la entrada   de sustancias tóxicas  por  la frontera,  donde se ha denunciado  la entrada de  plaguicidas  con características y efectos muy similares a los productos prohibidos dentro del protocolo de Estocolmo.

Listado.  De las 12 sustancias prohibidas por el convenio de Estocolmo, nueve son plaguicidas. Los tóxicos son Diclorodifenil Tricloroestano (DDT), Lindano, Los Drines, Clorodanoheptacloro, Paration, Paraquat, Acido Triclorofenoxiaceico (2,4,5-T), Binfenilos Policlorados (PCBs), Dibromocloropropano (DBCP), Dibromuro de Etileno (EDB) y  Canfecloro.

Sin embargo, en el 2004 y 2006 hubo importaciones de Lindano, según  la Dirección de Aduanas.

Adicional a estas sustancias en mayo pasado  en la reunión de la Conferencia de las Partes del Convenio de Estocolmo, realizada en Ginebra,  Suiza, se incluyeron nueve sustancias químicas, las cuales fueron evaluadas  por su grado de toxicidad y persistencia en el  medio ambiente y sus efectos a la salud.

Monitoreo.  Cuestionada sobre la aplicación del convenio de Estocolmo Elsa Ferreras, encargada del Departamento de Gestión y de Sustancias Tóxicas y Residuos Peligrosos de la Secretaría de Medio Ambiente y punto focal del acuerdo, señala que las limitaciones para cumplirlo son de tipo financiero puesto que hay líneas de acción que requieren erogación de gran cantidad de recursos.

Con relación al  monitoreo, afirma  que ningún país en estado de desarrollo puede dedicar  fondos considerables para hacer monitoreo de sustancias que en el país ya no se  usan.

“La importancia del monitoreo no es tan relevante como otras partes como cumplir con notificar situación de PCB que se siguen usando en los transformadores. Cada país hace un plan de cumplimiento de acuerdo a su realidad”, expresa Ferreras.

 De acuerdo con Marcos Rodríguez, encargado de servicios analíticos del Instituto de Química de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) el último estudio para determinar sustancias prohibidas en la agricultura se realizó en 2005 en la zona de Constanza.

Revela que allí se encontraron trazas  en microgramos de DDT, cantidades que entiende no eran significativa y que estaban allí con mucha anterioridad, ya que los COPs “son muy dañinos porque tardan años en degradase”, dijo Rodríguez. De ahí pues su prohibición.

Antecedentes

Inicios

1987

 El país se adhiere al Protocolo de Montreal que tiene que ver con la eliminación de sustancias agotadoras de la  capa de ozono.

Prohibición

1991

Mediante decreto 217-91 se prohibe la entrada al país de Clordano, Dieldrín, Endrín, Heptacloro y Hexaclorobenceno.

Firman protocolo

Mayo 2001

República Dominicana firma el Protocolo de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes. Es ratificado por el  Congreso en diciembre de 2006.

Plan de acción

Marzo 2009

Se publica el Plan Nacional de Implementación del Protocolo en un período de cinco años. El plan  conlleva un  costo es de US$171.5 millones.

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