El país líder en consumo de pan

El país líder en consumo de pan

Rabat. Los marroquíes figuran entre los campeones mundiales de consumo de pan, ya que en este país de 30 millones de habitantes se venden a diario la friolera de 105 millones de unidades, a una media de tres por cabeza. La cifra demuestra hasta qué punto es un alimento básico en la dieta marroquí, y confirma lo que siempre se ha dicho popularmente de que los marroquíes viven de “pan y té”, el binomio perfecto y barato, que se toma en cualquier momento del día y sirve para llenar los estómagos.

Los marroquíes se llaman a sí mismos “el pueblo del pan»- calman el llanto del bebé con un trozo de pan y, cuando el niño crece, aprenderá a usar el trozo de pan como cuchara, para llevarse los alimentos a la boca. No se puede imaginar comer un tayin -guiso de carne con verduras- sin una buena cantidad de pan, pero para muchos el pan es necesario hasta para comerlo con la fruta (sandía, naranja, plátano e higo chumbo).

El pan marroquí, generalmente redondo y blanco (más común que en barra) se prepara con harina refinada, sal, levadura y agua tibia; las amas de casa tradicionales lo amasan y cuecen en el horno de casa o en los hornos públicos de leña; en la ciudad, el ritmo urbano obliga a los trabajadores a comprarlo en las omnipresentes panaderías. El pan no es solo el alimento “nacional” de un país marcado por una cultura alimentaria basada esencialmente en cereales, sino que adquiere un rango hasta religioso- es impensable, casi un pecado, tirar el pan a la basura, y quien se encuentra con un trozo de pan en el suelo lo levantará para dejarlo en el alféizar de una ventana, para que nadie lo pise.

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