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POR ODALIS MEJIA
En materia de biotecnología, entre las principales debilidades de la República Dominicana están la falta de un marco jurídico, mecanismos de cumplimiento y normas de bioseguridad, instalaciones de investigación, procedimientos aduaneros y de control fronterizo, según establece el Centro de Intercambio de Información sobre Seguridad de la Biotecnología (CIISB).
El CIISB es un portal que facilita el intercambio de información y experiencia científica, técnica, ambiental y legal sobre Organismos Vivos Modificados (OVM) y asiste a los países miembros del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad.
En el aspecto administrativo, el país carece de instituciones para el manejo de las cuestiones de bioseguridad. En cuanto a infraestructuras técnicas, no existen instalaciones de investigación de OVM, de inspección, ni laboratorios de pruebas.
Otra de las carencias del país es la ausencia de mecanismos de seguimiento, supervisión y evaluación sobre todo para la detección del movimiento involuntario o ilegal de OVM, así como supervisión y vigilancia a largo plazo.
En cuanto a conocimientos y experiencia técnica y científica, se requiere de detección, pruebas y análisis cuantitativo de los OVM, evaluación de las características de los OVM y del alcance y efectos del flujo de genes.
En lo referente a conocimientos especializados jurídicos, sociales y económicos el CIIBS establece la necesidad prioritaria de capacitación de los responsables de la elaboración de políticas y encargados de la reglamentación y de evaluación de los impactos del comercio de las medidas relacionadas con la bioseguridad y sus consideraciones socioeconómicas.
El país tiene debilidades en la evaluación del riesgo y la competencia para examinar y auditar evaluaciones de riesgo y para el acceso del público en forma oportuna a la información sobre las inminentes importaciones de OVM.
Además no existen directrices para la manipulación, envasado y transporte seguros de las expediciones, ni métodos y sistemas para la identificación ni sistemas de documentación para la expedición de los OVM.
PROTOCOLO
El Protocolo de Cartagena fue adoptado por Naciones Unidas en el año 2000 como soporte para la aplicación del Convenio sobre Diversidad Biológica, firmado el 13 de junio de 1992. República Dominicana se adhirió al Protocolo en septiembre de 2003.
El proyecto CIISB posee una unidad coordinadora y el punto focal que es la doctora Marina Hernández, directora de Recursos Genéticos de la Secretaría de Medio Ambiente. También cuenta con Autoridades Nacionales Competentes, compuesta por las secretarías de Salud Pública, Agricultura, Relaciones Exteriores e Industria y Comercio.
