El impulso al sector industrial del país constituye una de las mejores formas de garantizar que el empleo que se genere sea productivo, que agregue valor y brinde además seguridad a las personas, expresó Manuel Diez Cabral, presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana.

Indicó que una economía como la dominicana, en crecimiento pero generadora de un empleo de baja calidad, se torna un caldo de cultivo para crisis cíclicas  y para que el país se vaya quedando rezagado en relación a otras naciones.

 “La AIRD ha manifestado en reiteradas ocasiones que necesitamos un sector industrial competitivo y con vocación exportadora, como forma de tener un crecimiento económico sostenible.

Los datos aportados por el coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano del PNUD simplemente deben elevar el nivel de nuestra alerta”, enfatizó el dirigente de los industriales.

Dijo que  el  gobierno se perjudica en sus ingresos y sus políticas sociales cuando la mayor parte del nuevo empleo corresponde al sector informal. “La informalidad no sólo constituye una forma de competencia desleal para las micro, pequeñas y medianas empresas formalmente establecidas, sino que además implica una forma muy insegura de desarrollo”.

Caso acueducto

Grandes obras de infraestructura se realizan con materias primas e insumos importados, como es el caso del acueducto de Higuey”, lo cual significa que no estamos apoyando a la industria local, afirmó Manuel  Diez Cabral. “Por eso es que insistimos en la necesidad de que el Estado apoye a sus sectores productivos y en especial al sector manufacturero, pues es una de las mayores fuentes de generación de empleos formales y riquezas en el país”, expresó.