El país se va organizando

El país se va organizando

El país ha logrado avances significativos en organización electoral, y en la  gestión para alcanzar esta meta  ha sido clave la modernización del registro civil en todos los sentidos.

Décadas atrás, los problemas del registro civil se traducían en inconsistencia y poca confiabilidad de la data, que era manejada y almacenada de manera inadecuada, bajo procedimientos que se prestaban a todo tipo de irregularidades.

La transformación técnica y administrativa de las oficialías del Estado Civil ha sido un paso gigante hacia el logro de fiabilidad de los datos de los ciudadanos y de su conservación.

Al exponer ante la Corte Interamericana de los Derechos Humanos los avances del país en materia de registro civil, el presidente de la Junta Central Electoral ha desmontado uno de los aspectos que en ocasiones han complementado acusaciones hechas contra el país por organizaciones que defienden los derechos humanos, en especial los de los haitianos residentes aquí.

Faltaría ahora sincronizar esos avances con una política migratoria que permita un mejor control de la permanencia de extranjeros en nuestro territorio, para lo cual el registro civil jugaría un papel de gran trascendencia.

Con estos avances, el país ha logrado desmontar una de las taras  más influyentes en el atraso de los pueblos.

Globalización del crimen

El auge de la criminalidad organizada es un común denominador para los países latinoamericanos. La falta de políticas avanzadas para combatir ese mal es, también, un denominador común entre nuestros pueblos. Faltan políticas individuales y falta un consenso regional para crear mecanismos de protección aplicables sin afectar las soberanías.  El secretario general de la FLACSO, Francisco Rojas Aravena, ha llamado la atención sobre la falta de políticas  diseñadas en base a este enfoque.

Convendría que, del mismo modo que se han generalizado los tratados comerciales, lo que implica homologación de políticas fiscales, arancelarias y de marco jurídico, los países de una misma región afectados por el problema de la criminalidad,  negocien acuerdos destinados a combatir de manera unificada la problemática que es común a todos. Sería una respuesta común a la globalización de la criminalidad.

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