El Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos obligaría al país a licitar internacionalmente las compras del gobierno y de los ayuntamientos, declaró el economista Roberto Despradel.

Explicó que en el marco de este acuerdo que negoció Centroamérica recientemente con Estados Unidos, el cual regiría para la República Dominicana, todas las compras gubernamentales que sobrepasan un umbral específico (que podría ser de unos US$50,000), estarían sujetas a licitación pública y a cumplir una serie de requerimientos.

Despradel, asesor de la Asociación de Industrias de la República (AIRD), entrevistado en el Encuentro Económico de HOY, junto al presidente de la entidad, Lisandro Macarrulla, sostuvo que para ello se aplicaría un reglamento para compras gubernamentales y se incluye, además del gobierno central, a los ayuntamientos.

Añadió que por ejemplo, los ayuntamientos tendrían que hacer subastas públicas, para la recogida de basura.

Resaltó que el TLC que el país firmaría con Estados Unidos tiene también un capítulo sobre solución de controversias para asuntos de inversiones, compras gubernamentales y aspectos de problemas de liquidación aduanera y que habría jueces imparciales escogidos en una terna.

Al intervenir, en otro aspecto, Macarrulla se mostró esperanzado en que antes de la tercera ronda de negociaciones a celebrarse próximamente en Washington sobre el TLC con Estados Unidos, se avance en muchos aspectos importantes para el país.

Dijo que tiene el temor de que a última hora “se resuelvan las cosas desde el punto de vista político, más que en función de criterios técnicos y económicos».

Dijo percibir que en el ánimo de los negociadores dominicanos está la protección a los sectores productivos nacionales.

No obstante, resaltó que el que va a una negociación tiene que ceder y que cuando se negocia con una economía tan poderosa como la de los Estados Unidos, siempre habrá algún sector que no se va a sentir cómodo con los resultados. Entiende que habrá que hacer un gran esfuerzo para lograr cerrar las negociaciones en una tercera ronda y especialmente para hacerlo de forma satisfactoria.

El acuerdo tendría que estar listo en abril para entonces remitirlo al Congreso de los Estados Unidos.