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Las Terrenas vive un boom inmobiliario un tanto caótico

REPORTAJE  LAS TERRENAS

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Con más de 30 proyectos y 5,000 habitaciones en construcción, el desarrollo del municipio Las Terrenas, de provincia Samaná, se desarrolla de forma caótica debido a la falta de suministro de agua potable estable, vías más amplias, recolección y tratamiento de aguas residuales y de lluvia para responder a la creciente demanda inmobiliaria y, por ende, de visitantes.

Residentes y autoridades coinciden en que las carencias de infraestructuras y servicios básicos afectan el desarrollo turístico de ese destino que se ha puesto más de moda en los últimos cinco años.

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De todos los problemas citados, el del agua potable y el saneamiento son los mas sentidos. En el primer caso, el problema obedece que el sistema de bombeo funciona a la mitad de su capacidad y cuando llueve, por la turbidez de las aguas del río, hay que apagarlo total. “Si dura una semana el río sucio, se dura una semana sin agua en el pueblo”, expresó Deybi Ureña, director de Planeamiento Urbano de la Alcaldía de Las Terrenas.

En cuanto al agua fluvial, explicó no hay drenaje y que cuando llueve se inunda todo y el transito se hace casi imposible. Mientras que las residuales, aunque existe planta de tratamiento, las tuberías no soportan la demanda y colapsan.

Además, funcionan con electricidad y si el servicio se suspende por la lluvia, no trabajan y entonces la materia fecal se desborda por los registros y brota en las calles.

“Tenemos deficiencias en los tres tipos de agua y esas son de las cosas que más perjudican el turismo: el agua fluvial, residual y la potable”, indicó Ureña

Mientras que, Emiliano Castillo, Danny King y Juan Alberto Castillo, residentes en el municipio, deploraron que las calles son muy estrechas, lo que dificulta el tránsito, sobre todo, en días feriados cuando el flujo de visitantes aumenta, como es el caso de la vía de la playa que, además, es de doble sentido. Narran que anteriormente había una calle que desahogaba el tránsito, pero fue cerrada para dar paso a un proyecto hotelero. Turismo trabaja en reparación de algunas vías, pero los trabajos van muy lentos.

Castillo agregó que también se requiere la construcción de un muelle pesquero y de botes de recreo, cuya falta genera conflictos con las autoridades, porque los limita en época de alto flujo de visitantes.
Ureña agregó que otro tema que requiere para mejorar las condiciones ambientales del municipio es la reubicación del vertedero, así como más camiones para eficientizar el servicio de recogida de basura.

Densidad

Otro tema que limita el desarrollo de proyectos inmobiliarios es de las densidades, al punto que hay zonas donde apenas se pueden levantar 15 habitaciones por hectárea y altura de tres niveles.

Al respecto, el alcalde Eduardo Esteban Polanco (Willy) admitió que las construcciones se regulan con una normativa vencida desde hace años y “las alcaldías hemos tenido que adaptarnos para no complicarle más a los desarrolladores”.

Informó que tienen un borrador listo para sustituir la norma que data del 2012, el cual será socializado con el Ministerio de Turismo.

Peña puso como ejemplo, que en la zona de Catey y Las Galeras solo se permite construir 15 habitaciones por hectárea, es decir, por cada 10,000 metros, lo cual es muy baja, sobre todo, en una zona donde el terreno es bastante caro.

Detalló que en Cosón y Bonita se permiten construir 30 habitaciones por hectárea, significa que por cada 333 metros sólo se puede levantar una casa de una sola habitación, sala, comedor, a una altura máxima de tres niveles y un cuarto de terraza.

Mientras que, desde la Ballena hasta Punta Poppy se permiten 60 habitaciones por hectárea para terrenos menores de 5,000 metros y 55 habitaciones mayores de 5,000 metros y tres niveles, con un cuarto de terraza. Solo en el casco urbano se permiten cuatro niveles. En tanto, frente de playa entre El Portillo y Punta Poppy se permiten 40 habitaciones por hectárea, mientras que, en zonas de humedales y el parque Las Terrenas, solo 15 habitaciones. “Eso es un problema aquí, porque limita mucho”, expresó.

Sobre el autor

Odalis Mejía

Periodista con más de 20 años de experiencia en prensa escrita. Docente de Educación primaria.

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