Luperón todavía no está recuperado cierre hotel

El cierre definitivo de las operaciones en 2011 del hotel cuatro estrellas Luperón Beach Resort, dotado de 440 habitaciones, con un total de 90 villas adicionales, constituyó un golpe mortal para el movimiento económico, del cual hasta ahora no ha podido recuperarse esta comunidad de Puerto Plata.

El costo original de ese complejo turístico en 1972, fue de apenas RD$15.0 millones. Después del cese de sus operaciones, hubo otras acciones para echar andar nuevamente la hotelería en el municipio, con un nuevo proyecto con el nombre de Hostasa Luperón, pero esos “intentos resultaron en vano, porque nuevamente todo se derrumbó”.

Remigio Díaz Peña, último de los 150 empleados que se mantuvo visitando la empresa hotelera aún después de su cierre, recuerda con nostalgia cómo la actividad turística incidió de manera notable para la época, en desarrollo, crecimiento y expansión de la economía en ese pueblo, algo que ahora relata: “Queremos que vuelva, porque carecemos de fuentes de empleos y de un movimiento comercial activo”.

Díaz Peña recuerda que a ese hotel llegaban de manera constantes tours con visitantes procedentes de diversos nichos de mercados de Europa y Norteamérica, incluyendo Alemania, Inglaterra, España, Canadá y Estados Unidos.

Aunque dijo desconocer las razones que llevaron a sus inversionistas a cerrar la empresa hotelera, algunos entendidos en la materia creen que se debió a la quiebra de la compañía manejadora.
Lenín Fernández, hijo del empresario de Santiago, Ramón Adriano Fernández Solano (Papote), creador de del proyecto hotelero, entiende que, “nuestra economía ha bajado notablemente, por lo que nos hace falta empresa como el Hotel Luperón Beach Resort”.

HISTORIA

Este hotel, ubicado a orilla de Playa Grande, próximo a la majestuosa Bahía de Gracia, entró en operación en 1988 y fue financiado por la empresa Dominicana de Bienes Raíces, S. A. (Dobisa), presidida por el empresario Fernández Solano, el cual concibió el proyecto con el nombre original de “Ciudad Marina”.

Este hombre de negocios, para esos años en que desarrollo la idea de instalar en Luperón un complejo de hotelería, era el principal productor avícola de la región del Cibao, incluso, posteriormente asoció a sus dos hermanos Omar (Chichí) y Rafael (Rafelo) Fernández a esa importante iniciativa empresarial.

En 1984 Fernández Solano adquirió una finca de mil tareas de tierras, propiedad de unos inversionistas cubanos, la cual había sido propiedad del productor agropecuario en Luperón, Julián Peralta Brito, con el propósito de construir las primeras edificaciones de dicho hotel.

Esta propiedad fue adquirida en compra por un valor de un millón 200 mil pesos, pese a que estaba sembrada de sorgo y de otros importantes rubros agrícolas.

Lenín Fernández recuerda que su padre desistió de seguir sembrando rubros agrícolas, cuando en 1972 el Gobierno del presidente Balaguer anunció, por medio del Departamento de Infraestructura Turística (Infratur), que ese municipio había quedado declarado “polo turístico” de la costa Norte, por lo que puso en marcha la idea de construir un hotel. Las instalaciones fueron vendidas al empresario Gregorio Mora.