CIUDAD DEL VATICANO — El papa Francisco aceptó la renuncia del obispo auxiliar de Los Ángeles, monseñor Alexander Salazar, tras acusaciones de conducta inapropiada con un menor en la década de 1990, anunció el miércoles el Vaticano.
Es el más reciente en una serie de casos de presunta conducta ilegal por parte de obispos que salen a la luz este año, luego del escándalo del excardenal Theodore McCarrick.
El actual arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, dijo que en 2005 la arquidiócesis fue informada de la acusación, que las autoridades policiales decidieron no perseguir. Sin embargo, de todas formas la arquidiócesis procedió a avisarle a la Congregación para la Doctrina de la Fe, la oficina del Vaticano que maneja los casos de abuso sexual.
Dicha oficina impuso medidas precautorias contra Salazar, señaló Gómez, e investigaciones posteriores hallaron que la acusación era creíble.