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CIUDAD DEL VATICANO (AP).- El papa Benedicto XVI defendió nuevamente el sábado el concepto de familia tradicional y dijo que un verdadero matrimonio sólo se constituye entre un hombre y una mujer y es una unión inquebrantable.
Benedicto efectuó sus declaraciones ante un tribunal del Vaticano y mantuvo así viva su campaña contra las parejas que no se casan y las uniones de homosexuales.
El Papa advirtió sobre la existencia de un «contexto cultural marcado por el relativismo»» y posiciones que consideran al matrimonio con una mera unión legal «que los humanos podrían manipular, incluso despojándolo de su naturaleza heterosexual»».
«Cada matrimonio es sin dudas fruto del libre consentimiento entre un hombre y una mujer»», expresó el pontífice en una audiencia en el Vaticano con motivo del inicio del año judicial.
Agregó: «La unión sucede por la disposición de Dios, que ha los ha creado hombre y mujer, y les da el poder de unir para siempre esas dimensiones naturales y complementarias»». El pontífice dijo que la unión es indisoluble porque «así lo es en el plano de la creación»». La Santa Sede se opone al divorcio y a otros desafíos a la doctrina de la Iglesia que se han convertido en algo común en Europa y otros países.
Permite la anulación del matrimonio, un proceso en el que la Iglesia declara que la boda nunca se realizó, dejando a los feligreses en liberad para volver a casarse y recibir la Comunión. En sus declaraciones del sábado, el Papa instó a la Rota Romana _el tribunal que resuelve los procesos de anulación_ a que no conceda tan fácilmente las anulaciones y esté alerta al riesgo de relativismo.
A comienzos del 2007, existen poco más de 1.000 casos, la mayoría de ellos de anulaciones, pendientes en la Rota Romana, dijo monseñor Antonio Stankiewicz, funcionario del tribunal. La mayoría de esos casos son de Europa (687) y de América del Norte, del Centro y del Sur (413).
La anulación puede ser concedida, entre otras razones, por la negativa del esposo o la esposa a tener hijos, o la incapacidad psicológica de uno de los dos para contraer un matrimonio legítimo.
