Ciudad del Vaticano, (EFE).- Benedicto XVI ha expresado su preocupación por la falta de vocaciones, ha afirmado que la evangelización requiere un número cada vez mayor de personas que se entreguen de por vida a la causa del Evangelio y que la abundancia de vocaciones es el signo elocuente de la vitalidad de la Iglesia.

El Pontífice así lo ha afirmado en el mensaje enviado al II Congreso Continental Latinoamericano de Vocaciones, que se celebra en Cartago (Costa Rica), hecho público hoy por el Vaticano.

El Obispo de Roma señaló que este congreso se celebra 17 años después del primero, un evento que supuso -subrayó- «una importante ocasión para relanzar el todo el continente americano la pastoral vocacional.

«La gran tarea de la evangelización requiere un número cada vez mayor de personas que respondan generosamente al llamado de Dios y se entreguen de por vida a la causa del Evangelio.

 Una acción misionera más incisiva da como fruto, junto al fortalecimiento de la vida cristiana en general, el aumento de las vocaciones de especial consagración», afirmó el Papa en su misiva. Benedicto XVI agregó que la abundancia de vocaciones «es un signo elocuente de vitalidad eclesial».

El Pontífice destacó en su discurso que el mundo «tiene necesidad de Dios» y que por eso siempre tendrá necesidad de personas que vivan para El y que lo anuncien a los demás. «La preocupación por las vocaciones ocupa un lugar privilegiado en mi corazón. Os animo a que se consagren con todas sus fuerzas y talentos a esta apasionante y urgente tarea», manifestó.

El Papa Ratzinger subrayó que el congreso de Cartago tiene como objetivo fortalecer la pastoral vocacional, «para que los bautizados asuman su llamado de ser discípulos y misioneros de Cristo, en las circunstancias actuales de esas amadas tierras» (latinoamericanas).

El Papa agregó que para promover las vocaciones hay que cuidar la vida espiritual, ya que estás no son fruto de algún proyecto humano o de una hábil estrategia organizativa.

«Es necesario ofrecer a las jóvenes generaciones la posibilidad de abrir sus corazones a una realidad más grande- Cristo, el único que da sentido y plenitud a sus vidas. Necesitamos vencer nuestra autosuficiencia e ir con humildad al Señor, suplicándole que siga llamando a muchos», afirmó Benedicto XVI. EFE