El papa Francisco pidió hoy a la Iglesia católica no descuidar la actividad misionera de los migrantes, cuya presencia enriquece a las parroquias y las hace “más universales, más católicas”, en su mensaje por la Jornada Mundial de las Misiones, que se celebra el 23 de octubre bajo el lema “Para que sean mis testigos«.
“A causa de las persecuciones religiosas y situaciones de guerra y violencia, muchos cristianos se han visto obligados a huir de su tierra hacia otros países. Estamos agradecidos con estos hermanos y hermanas que no se cierran en el sufrimiento, sino que dan testimonio de Cristo y del amor de Dios en los países que los acogen”, afirmó el papa.
“Experimentamos, en efecto, cada vez más, cómo la presencia de fieles de diversas nacionalidades enriquece el rostro de las parroquias y las hace más universales, más católicas. En consecuencia, la atención pastoral de los migrantes es una actividad misionera que no hay que descuidar, que también podrá ayudar a los fieles locales a redescubrir la alegría de la fe cristiana que han recibido”, añadió.
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Francisco sostuvo que la Iglesia católica “no tiene otra misión sino la de evangelizar el mundo dando testimonio de Cristo”, una labor que se debe realizar junto con “la comunidad eclesial y no por propia iniciativa».
Y subrayó que “para la trasmisión de la fe es fundamental el testimonio de vida evangélica de los cristianos».
El papa finalmente recordó que este año se conmemoran algunas fechas, como la fundación hace 400 años de la Congregación de Propaganda Fide -hoy, para la Evangelización de los Pueblos-, a la que deseó que “continúe e intensifique su trabajo de coordinar, organizar y animar la actividad misionera de la Iglesia”, o los 200 años de la Obra de la Propagación de la Fe, entre otras.