El papa francisco durante su discurso en la 70a sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas el viernes 25 de septiembre de 2015 en la sede de la ONU. (Foto AP/Seth Wenig)
Ciudad del Vaticano. El papa Francisco lamenta que los inmigrantes y los refugiados no encuentren normas claras para su acogida e integración en los países a donde llegan, con las que se respeten los derechos y deberes de todos.
Esas personas encuentran una “falta de normas claras, que se puedan poner en práctica, que regulen la acogida y prevean vías de integración a corto y largo plazo, con atención a los derechos y a los deberes de todos».
El Vaticano publicó hoy un mensaje del papa titulado “Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia».
Francisco recuerda el aumento en todas las áreas del planeta del número de personas que deben dejar sus países por ser “víctimas de la violencia y de la pobreza” y que “sufren el ultraje de los traficantes de personas humanas en el viaje hacia el sueño de un futuro mejor».
Y agrega cómo “si después sobreviven a los abusos y a las adversidades, deben hacer cuentas con realidades donde se anidan sospechas y temores».
En este análisis sobre el momento actual del drama de la inmigración el papa indica que la principal cuestión que se debe afrontar tras “la superación de la fase de emergencia” es dar espacio “a programas que consideren las causas de las migraciones».
“Las historias dramáticas de millones de hombres y mujeres interpelan a la comunidad internacional, ante la aparición de inaceptables crisis humanas en muchas zonas del mundo”, señala.
Por ello su mensaje es un llamamiento a la necesidad de “actuar en profundidad y de manera incisiva” en los países del cual salen los emigrantes y los refugiados
“Es necesario evitar, posiblemente ya en su origen, la huida de los refugiados y los éxodos provocados por la pobreza, por la violencia y por la persecución”, subraya. El mensaje de Jorge Bergoglio es también una denuncia a “la indiferencia y el silencio” que asegura “abren el camino a la complicidad cuanto vemos como espectadores a los muertos por asfixia, penurias, violencias y naufragios».