BIZELJSKO. Gracias al papa Francisco y la primera dama estadounidense, un plato tradicional esloveno está ocupando titulares.
Cuando Melania Trump se acercó al papa y le estrechó la mano el miércoles, Francisco le preguntó en español, por medio de un intérprete y apuntando al presidente Donald Trump: “¿Qué le das de comer? ¿Potica?”.
Ella se vio confundida, al parecer pensando que el papa hablaba de pizza.
Pero entonces la primera dama pareció darse cuenta de lo que decía el pontífice.
“Potica, ah sí”, dijo la primera dama, de origen esloveno, antes de hacerse a un lado con una expresión aún un poco confusa.
La televisora pública de Eslovenia transmitió la noticia en su sección de espectáculos. RTV Slo reportó que el papa es un fanático de la potica y que regularmente le pregunta a visitantes eslovenos sobre ese pastel enrollado.
Potica es un strudel esloveno usualmente muy nutritivo con nueces, semillas de girasol, queso cottage, chocolate, tarragón y miel. Ha sido preparado por más de 200 años en platos de loza o directamente en el horno.
Zdravka Balon, dueña de un restaurant en la pequeña ciudad eslovena de Bizeljsko, no lejos del pueblo natal de Melania, Sevnica, dijo que la potica “es probablemente el plato esloveno más tradicional”, aparte de las salchichas “Kranjske”.
“Era servido tradicionalmente en Navidades y Pascua”, dijo, y añadió que nuevas versiones están cubiertas de chocolate y otros ingredientes.
Melania Trump, nacida Melanija Knavs, salió de Eslovenia a los veintitantos años para seguir una carrera como modelo. Se piensa que la última vez que visitó el país fue en julio del 2002, cuando le presentó a Trump a sus padres en el balneario de Bled.