El Papa oficiará una misa y visitará uno de los vecindarios más afectados por El Niño en Perú

El Papa oficiará una misa y visitará uno de los vecindarios más afectados por El Niño en Perú

El papa Francisco da un discurso frente al presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski durante una reunión en Lima, Perú, el 19 de enero de 2018. (AP Foto/Alessandra Tarantino)

LIMA .— Cuando el papa Francisco viaje el sábado al norte de Perú se encontrará una región que sigue recuperándose de las devastadoras inundaciones que hace casi un año derribaron miles de casas, cubrieron las calles con una gruesa capa de lodo e incluso destrozaron tumbas en un cementerio.

Cerca de la ciudad de Trujillo, donde el pontífice celebrará una misa y visitará uno de los vecindarios más afectados, que comparte nombre con su ciudad natal en Argentina, miles de personas siguen viviendo en tiendas de campaña luego de las lluvias provocadas por el fenómeno El Niño. Entonces, más de 150 personas perdieron la vida y miles más se refugiaron en sus tejados esperando a ser rescatados.
En ese contexto, el papa podría encontrarse con una población frustrada que espera que su visita pueda acelerar el ritmo de la reconstrucción tras el peor desastre medioambiental en el país en casi dos décadas.

“La gente está furiosa, saben que las autoridades no han hecho nada”, dijo Carlos Bocanegra, un biólogo de 60 años que vive en Trujillo.

Francisco será el segundo pontífice que visita la ciudad costera, que se ve sacudida periódicamente por las desastrosas lluvias causadas por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico. Juan Pablo II estuvo en Trujillo en 1985 durante una década en la que Perú se vio afectado, además de por El Niño, por la hiperinflación y la violencia política.

“La paz debe llegar por la vía del diálogo y no de la violencia”, dijo el fallecido pontífice durante es visita.

PAPA

Tres décadas después, muchas de las desigualdades de entonces persisten arraigadas en la sociedad peruana y las zonas rurales y pobres están todavía poco preparadas para enfrentar los daños causados por los desastres climáticos.

Bocanegra lamentó que a un año de las inundaciones muchas calles de Trujillo sigan teniendo hongos y restos dejados por unas tormentas que se estima causaron daños valorados en varios miles de millones de dólares.

Recuerda perfectamente como la calle delante de su casa se convirtió en un río tan potente que arrastró muebles a su paso.

“Quedamos atrapados”, rememora.

Las imágenes de los peruanos formando cadenas humanas para ayudarse a cruzar las anegadas carreteras y las historias de supervivencia de quienes consiguieron salir con vida de los deslaves captaron la atención de la nación durante meses.

El desastre afectó a casi dos millones de personas según las autoridades.

El viaje a Trujillo se produce en la víspera de que Francisco vuele de regreso a Roma tras una semana de visita en Chile y Perú. Aunque su estancia en Chile estuvo marcada por protestas sobre la respuesta de la iglesia católica a los abusos cometidos por sacerdotes y ataques incendiarios a 11 iglesias, el papa tuvo un recibimiento mucho más cálido en Perú. En esta nación profundamente católica, miles de personas esperan en las calles por donde pasa para verlo y saludarlo.

Miles de peruanos viajaban el viernes a Trujillo para asistir a la misa que Francisco oficiará junto al mar en la ciudad, ubicada a casi 600 kilómetros (370 millas) al norte de la capital, Lima. Luego recorrerá las calles del vecindario Buenos Aires en el papamóvil.

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