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CIUDAD DEL VATICANO. AP. El papa Benedicto XVI, preocupado por el escándalo de pederastia clerical, reorganizó ayer la burocracia de la curia romana.
Benedicto designó al italiano Rino Fisichella director del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, cuya misión es revalorizar la cristiandad en aquellos puntos del globo que retrocede. Igualmente ayer, Benedicto designó al cardenal canadiense Marc Ouellet jefe de la Congregación Episcopal, que revisa la designación de los ordinarios en todo el mundo. Ouellet, de 66 años y arzobispo de Quebec, reemplaza al cardenal Giovanni Battista Re, que se retira tras casi una década en el cargo. El Papa designó además a su representante ante las Naciones Unidas como nuncio apostólico en Polonia y nombró un nuevo director de la junta asesora del Vaticano en bioética, llamada Academia Pontificia para la Vida.
Los nombramientos fueron anunciados antes de que el pontífice salga de vacaciones y acuda por el resto del verano a su residencia estival de Castel Gandolfo, situado en la afueras de Roma.
La designación de Fisichella es un reconocimiento tácito por parte de Benedicto que sus gestiones para reactivar la cristiandad en lugares como Europa, necesitan un nuevo giro. Benedicto anunció a principios de semana la creación de la nueva oficina, e insistió que promoverá la cristiandad en países en los que la Iglesia católica tienen profundas raíces aunque viven una progresiva secularización de la sociedad y en cierta forma un eclipse del sentido de Dios.
Fisichella es presidente de la Academia Pontificia para la Vida y rector de la Universidad Pontificia de Letrán. Próximamente el Papa designará al delegado que presidirá los Legionarios de Cristo, la orden conservadora acosada por los escándalos. Después de años de negarlo, la orden reconoció que había abusado de seminaristas.
Investigación
Benedicto XVI recibió ayer en el Vaticano al líder de la Iglesia belga, arzobispo André-Joseph Léonard, con el que examinó los registros policiales efectuados al episcopado de Bélgica en el marco de una investigación sobre pedofilia.
Según declaraciones a la prensa del portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, «es obvio» que la audiencia fue dedicada «a la situación en Bélgica».
Benedicto XVI condenó el domingo como «sorprendentes y deplorables» los registros hechos el jueves por la policía belga de la sede del episcopado cuando se llevaba a cabo una reunión de los obispos belgas.
