El papa Francisco confiesa a una mujer en el Sanctuario de la Divina Misericordia en Cracovia, Polonia, el sábado 30 de julio de 2016. (L'Osservatore Romano/Foto de Pool vía AP)
Cracovia.- El papa Francisco visitó hoy la Iglesia de San Francisco en Cracovia, donde se encuentran las reliquias de los dos misioneros polacos asesinados en Perú, y allí rezó una oración por las víctimas del terrorismo y para que se conviertan los corazones de los terroristas.
Francisco hizo esta parada, que no estaba en el programa oficial de su viaje a Polonia, antes de acudir al Campo de la Misericordia, donde le esperan más de un millón de jóvenes para la vigilia de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
“Mueve los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social”, rezó el papa.
En la Iglesia se encuentran las reliquias de los dos franciscanos polacos Michael Tomaszek y Zbigniew Strzalkowski, asesinados en Perú por los guerrilleros de Sendero luminoso” el 9 de agosto 1991 y beatificados el 5 de diciembre de 2015.
“Venimos hoy a implorarte que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando de él el destructivo oleaje del terrorismo, restaurando la amistad y derramando en los corazones de tus criaturas el don de la confianza y la prontitud para perdonar”, comenzó la oración de Francisco, según informó el Vaticano.
El papa argentino también rezó “por todos los que han muerto, víctimas de los brutales ataques terroristas” y por los heridos, los niños y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los ancianos, las personas inocentes y los que han sido agredidos por casualidad.
También pidió consuelo para “las familias que lloran la pérdida de sus familiares, víctimas inocentes de la violencia y el terrorismo». Y pidió que encuentren “la fuerza y el valor” para “continuar siendo hermanos y hermanas de los demás, especialmente de los extranjeros y los inmigrantes, testimoniando con su vida tu amor».
También en su plegaria pidió a Dios “mover los corazones de los terroristas para que reconozcan la maldad de sus acciones y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social». Francisco concluyó “suplicando el don de la paz y pidiendo que alejes de nosotros el látigo del terrorismo».