El Papa y los movimientos populares

El Papa y los movimientos populares

Durante el discurso de cierre del tercer encuentro con los Movimientos Populares celebrado en Roma en la primera semana de noviembre de 2016, en el cual participaron delegaciones de los cinco continentes representando a más de 60 países, el Papa Francisco enarboló tres principios básicos: 1ero. Poner la economía al servicio de los pueblos; 2do. Construir la paz y la justicia; 3ero. Defender la Madre Tierra. Destacó la presencia del pasado jefe de Estado uruguayo José Mujica. Anteriormente en Bolivia, el Sumo Pontífice había exhortado a otros participantes a meterse en las grandes discusiones, en política, aun bajo el riesgo de corromperse. Acotaba el prelado: <<Así como la política no es asunto de los <<Políticos>>, la corrupción no es un vicio exclusivo de la política. Hay corrupción en la política, hay corrupción en las empresas, hay corrupción en los medios de comunicación, hay corrupción en las iglesias y también hay corrupción en las organizaciones sociales y los movimientos populares… Es justo decir que muchas veces se manipulan los casos de corrupción con malas intenciones… A cualquier persona que tenga demasiado apego por las cosas materiales, o por el espejo, a quien le guste el dinero, los banquetes exuberantes, las mansiones suntuosas, los trajes refinados, los autos de lujo, le aconsejaría que se fije qué está pasando en su corazón y rece para que Dios lo libere de esas ataduras. Pero, parafraseando al ex presidente latinoamericano que está por acá, el que tenga afición por todas esas cosas, por favor, que no se meta en política, que no se meta en una organización social o en un movimiento popular, porque va a hacer mucho daño a sí mismo y al prójimo y va a manchar la noble causa que enarbola. Frente a la tentación de la corrupción, no hay mejor antídoto que la austeridad; y practicar la austeridad es, además, predicar con el ejemplo. Les pido que no subestimen el valor del ejemplo porque tiene más fuerza que mil palabras, que mil volantes, que mil likes, que mil retweets, que mil videos de youtube… Quisiera, para finalizar, pedirles que sigan enfrentando el miedo con una vida de servicio, solidaridad y humildad a favor de los pueblos y en especial de los que más sufren. Se van a equivocar muchas veces, todos nos equivocamos, pero si perseveramos en este camino, más temprano que tarde, vamos a ver los frutos. E insisto, contra el terror, el mejor antídoto es el amor. El amor lo cura todo. Algunos saben que después del Sínodo de la familia escribí Amoris Laetitia, un documento sobre el amor en la familia de cada uno, pero también en esa otra familia que es el barrio, la comunidad, el pueblo, la humanidad>>.
El jefe de Estado del Vaticano concluyó su disertación citando parte de un discurso de 1957 del reverendo Martín Luther King: <<Odio por odio sólo intensifica la existencia del odio y del mal en el universo. Si yo te golpeo y tú me golpeas, y te devuelvo el golpe y tú me lo devuelves, y así sucesivamente, es evidente que se llega al infinito. Simplemente nunca termina. En algún lugar, alguien debe tener un poco de sentido, y esa es la persona fuerte. La persona fuerte es la persona que puede romper la cadena del odio, la cadena del mal>>

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