A bordo del avión papal. El papa Francisco aseguró hoy que en los extenuantes viajes internacionales que realiza no se cansa y que esto “es un don del Señor”, durante el vuelo de regreso de su visita de tres días a Bulgaria y Macedonia del Norte.
El papa respondió así al estupor de un periodista búlgaro que le preguntó tras tres días de incesante actividad, doce discursos y madrugones, de dónde sacaba la fuerza a sus 82 años.
“No voy a ninguna bruja”, fue la primera respuesta en broma del pontífice que ya al inicio de este 29 viaje internacional destacó que esta vez aunque era breve, “los organizadores lo habían llenado de actos».
Después desveló a los 70 periodistas, entre ellos la enviada de EFE, que le han acompañado en este periplo que él no, no sabe porqué, pero se cansa.
“Es un don del señor. Cuando estoy en un país me olvido de todo. Me viene natural olvidarme. Estoy sólo allí. Esto me da perseverancia y en los viajes no me canso”, explicó y volvió a bromear “Me canso después». Confesó que pide a Dios que le dé fuerza para “el servicio de los viajes” y para que “no sean sólo turismo». “Aunque no es que trabaje tanto”, afirmó riendo.
Del viaje que acaba de concluir, el papa destacó que en un mundo donde todos se insultan, “los políticos insultan a otros, se insulta en familia”, le tocó “la ternura” con la que las monjas de las Misioneras de la Caridad, la congregación que fundó Madre Teresa de Calcuta, tratan a los pobres en sus centros en Skopje, ciudad natal de la santa.
También “otra experiencia límite” que vivió en Bulgaria fue la primera comunión que dio a más de 240 niños en Rakovski, una localidad en la que la mayoría de la población es católica.