El Parkinson y los rotarios

El Parkinson y los rotarios

Tuvimos el alto honor de ser invitados por el Club Rotario Colonial, a “conversar” sobre esta enfermedad de los movimientos y la rigidez. La enfermedad de Parkinson, descrita por primera vez en el 1817 por el  inglés Dr. James Parkinson, es  un proceso degenerativo del sistema nervioso de variada etiología. Afecta de 10 a 30 personas por cada mil habitantes en los países  desarrollados, y llega hasta el 3% en la población mayor de 65 años.

Las principales manifestaciones de la enfermedad son motoras: lentitud, rigidez, temblores y alteraciones de la postura y de la marcha.  Todo esto puede acompañarse de trastornos menos llamativos como alteraciones de la escritura y la firma, cara inexpresiva, seborrea, voz estropajosa, salivación, impotencia, hipotensión, disminución de la olfacción, etcétera.

Causado  por una alteración en el uso de un neurotransmisor por las neuronas, la Dopamina. Se ha comprobado que hay una “gliosis”, que  es una especie de cicatrización cerebral, por la aparición en las áreas de los Ganglios Basales  de los dañinos Cuerpos de Lewis.

Factores hereditarios, tóxicos, traumáticos, virales, infecciosos y alimenticios han sido invocados como iniciadores de este proceso de deterioro cerebral progresivo. Es a partir del 1988 cuando el neurólogo Paul Macgeer publica sus encuentros en la revista Neurology,  planteando que por activación inflamatoria las células microgliales (neuronas de soporte) estaban alteradas en el Parkinson y en el Alzheimer.

En el 1983 se reportaron unos casos de parkinsonismo severo en jóvenes que habían consumido heroína contaminada con una sustancia tóxica conocida como MPTP. Esta toxina inyectada en primates producía por igual un Síndrome de Parkinson, que respondía a la terapia usada para combatir la enfermedad. Luego de la muerte de estos jóvenes, se examinaron sus cerebros y se demostró  que tenían alteraciones en el área que principalmente se afecta en el Parkinson, la Sustancia Nigra, tomando de nuevo preeminencia la teoría inflamatoria.

El mal de Parkinson es  la tercera causa de demencia más frecuente en el anciano, y su patogenia se ha relacionado con la enfermedad de Alzheimer, concomitantemente con la presencia de los tóxicos cuerpos de Lewis, en los ganglios y otras áreas cerebrales. La demencia, que se presenta en la mayoría de los casos es la llamada Demencia Subcortical, caracterizada por: pérdida de memoria episódica, enlentecimiento del pensamiento, alteraciones emocionales o de personalidad, disminución de la capacidad de socializar, conductas bizarras,  apatías, irritabilidad. Algunas series refieren de  un 20  hasta  un 90% de demencias en el Parkinson avanzado.

La incidencia de depresión se calcula  aproximadamente  en un 40% de los casos. Es evidente que ésta puede añadir problemas a las funciones cognoscitivas e incluso llegar a producir la exacerbación de los síntomas clínicos de la enfermedad. Esta afectación del estado de ánimo puede incluso preceder a los síntomas motores, en un porcentaje importante.

En nuestra práctica neurológica tenemos la experiencia de pacientes que con sólo un estado depresivo, severos dolores musculares inespecíficos y alteraciones en su escritura y olfacción, hemos hecho el diagnóstico de Parkinson, aún antes de que aparezcan los clásicos temblores rítmicos  y la rigidez. Deseo expresar mi agradecimiento a los esposos Díaz-Pérez, los principales directivos rotarios, por el reconocimiento que nos hicieron y el presente que recibimos, y a la Dra. Jacqueline Medina, Gobernadora, por sus elogios al presentarnos, muchas gracias.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas