En dos años que llevo de diputada en el Parlamento Centroamericano, PARLACEN, como parte de  120 diputados y diputadas de seis Estados que lo conforman, veinte por cada país,  he podido conocer de fondo el importante y diverso trabajo que desde este órgano político del Sistema de Integración Centroamericana-SICA- estamos llamados a  realizar, en un  marco institucional, los diputados como representantes de los pueblos,   y los gobiernos respectivos.

El Parlacen quedó oficialmente instalado el 28 de octubre de 1991 luego de firmada la histórica “Declaración de Esquipulas I” por los presidentes de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Guatemala, a iniciativa del entonces presidente guatemalteco Marco Vinicio Cerezo, que en su discurso de toma de posesión el 14 de enero de 1986 propuso la integración de un parlamento como foro permanente de diálogo y negociación política en Centroamérica. Desde entonces se ha transitado una bella historia de poco más de 20 años. Los países que lo integran, en distintas  formas, son  parte protagónica de esa historia. La República Dominicana lo es desde  el período 1997-98. Debe de  fortalecer su política de integración   en estos escenarios.

El  Parlacen es  el órgano regional y permanente de representación política y democrática del Sistema de la Integración Centroamericana con el objetivo fundamental de realizar la integración de Centroamérica (y el Caribe), para consolidarla como Región de Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo. Funciona como espacio de planteamiento, análisis, recomendación, sobre asuntos políticos, económicos, sociales y culturales de interés común; se fundamenta en la democracia representativa y participativa, en el pluralismo y en el respeto a las legislaciones nacionales y el derecho internacional. Su Tratado Constitutivo y Reglamento Interno establecen claramente sus atribuciones y alcance. Tiene facultades vinculantes.

En este contexto, el Parlacen ha podido jugar su rol integracionista,  con los pueblos como centro de su accionar, para lograr la convivencia pacífica dentro de un marco de seguridad y bienestar social. Los cinco órganos del Parlamento han hecho una gran labor;  se evidencian fortalezas y debilidades, como en toda obra construida y dirigida por “el hombre”.

Cada órgano en el conjunto lucha por objetivos concretos para una labor exitosa, particularmente las Juntas Directivas que se suceden cada año; algunas lo han logrado, con pasos adelante, otras medianamente, otros hacia atrás o ningún paso. La diferencia está en las personas, como en los gobiernos, cuando las gestiones no se conducen  con perspectivas de futuro, con sentido  de institucionalidad, con visión de Estado.

Es lo que ha pasado con la actual  gestión presidencial del Parlacen que concluye el 28 de octubre;  muchos la califican como fallida, al no tener  repercusión temática  en nuestro  país, solo mediática en lo general porque se centra en la persona más que en la institución; se han manejado  temas interesantes que mayormente quedan en la prensa y otras publicaciones;  varias ideas, algún hecho, y los pueblos aún esperando  resultados de calidad que les impacten positivamente. Tal vez por eso el amigo Colombo escribe su artículo “ni fu ni fa” al Parlacen; en realidad no lo merece nuestra  institución, hay un gran esfuerzo, dedicación y trabajo hecho a través de sus trece Comisiones Permanentes y los Grupos Parlamentarios, pero requiere de mayor y mejor apoyo de los gobiernos, de los órganos del SICA, sobre todo de la Secretaría General, del Comité Ejecutivo;  de las Asambleas Nacionales y Legislativas; de los partidos políticos;  de los medios de comunicación, a nivel nacional y regional.

La  nueva Junta Directiva 2013-2014, electa el lunes 22, con la presidencia por  la República de El Salvador, en  la cual representamos la  Secretaría por República Dominicana, junto a nuestra colega Silvia García como vicepresidenta,  tiene un gran reto. Asumamos la responsabilidad de realizar un trabajo serio, dinámico, eficiente,  con resultados cualitativos tangibles,  basado en los instrumentos jurídicos del Parlamento Centroamericano, en la unidad amplia, diversa y plural, y avancemos para visibilizar al Parlacen, de manera que  se le vea y reconozca como lo que es y por lo que hace como institución, más allá de la promoción particular de la persona. Que el presidente Danilo Medina  y nuestro Congreso  apoyen la gestión de nuestra bancada nacional, en el marco de las políticas de integración regional del  gobierno, en los principales temas de la agenda común, parlamentaria y legislativa  vinculantes, tendente a un salto de calidad por el pueblo dominicano y los de Centroamérica.