El pasaje

El pasaje

El transporte, una de las formas de las comunicaciones, está vinculado estrechamente con el crecimiento económico y con el desarrollo.

La construcción de la red de carreteras del país, a partir de 1922, creó las condiciones para un crecimiento sostenido de la economía dominicana que únicamente ha sido interrumpido por breves períodos.

El transporte, especialmente el de pasajeros, es un mecanismo importante que permite que sectores económicos se comuniquen e interactúen, generando riquezas. El obrero, con un buen sistema de transporte, llega hasta su lugar de trabajo a tiempo y sin estrés, por lo que rendirá más eficientemente. Lo mismo el consumidor que puede llegar hasta los establecimientos comerciales y los centros de diversión con facilidad, sin agotamientos ni preocupaciones. La vida económica se alimenta de esto.

El transporte de pasajeros es un bien colectivo y está regulado, como servicio público, por la Constitución de la República.

Es, por tanto, fundamental que las autoridades pongan atención a cuanto tiene que ver con el transporte de pasajeros en Santo Domingo y las demás ciudades, así como entre las diferentes áreas urbanas.

Ahora que se plantean tantos asuntos vinculados con las crisis económicas, el crecimiento y acuerdos internacionales, sería importante que nuestras autoridades den una mirada a la situación del transporte que debe ser administrado y regido con pulcritud y por elementos con una clara conciencia de valor social de este servicio.

No es solo recoger y dejar personas que las llevan de un lado a otro como si fueran objetos y en condiciones precarias. Este es un servicio que debe ser interpretado como un formidable instrumento de desarrollo.

-II-

Debe ser primordial para nuestras autoridades establecer un claro seguimiento a cuanto ocurre con el transporte de pasajeros.

Luego del esfuerzo social que significó la enorme carga del Plan de Renovación Vehicular de Transporte de Pasajeros (Plan Renove) y la creación de la Oficina Metropolitana de Servicios de Autobuses (OMSA), en dos administraciones sucesivas, las autoridades deben comenzar a responder a la población que ha soportado esta carga.

La OMSA significó una gran inversión y sin dudas se encaminó con metas claras en sus inicios para asegurar un transporte digno a la población. Lamentablemente siguió un camino parecido al de la ONTRATE (Oficina Nacional de Transporte Terrestre) que fue su antecesora. A un período de éxitos y gran aceptación, le siguieron otros de fracasos y escándalos.

Fueron basados en dos modelos diferentes. La OMSA fue creada como una empresa de capital estatal. El Plan Renove fue concebido como de estímulo a los grupos privados.

Salvo breves períodos de mejoría al inicio de la aplicación de cada uno de estos modelos, el transporte de pasajeros ha quedado en manos de grupos que parecen no guardar ningún respeto por las personas que usan ese servicio, con excepción de unas pocas empresas que prestan servicio entre ciudades.

El financiamiento o las donaciones que hace la sociedad a través de las exoneraciones de impuestos de importación y otras tributaciones a las empresas o sindicatos de transporte deben implicar algún grado de compromiso social de los beneficiarios, porque es toda la comunidad dominicana la que hace la donación.

Es innegable que el sistema de transporte no puede seguir por el derrotero que ha tenido hasta ahora. Se necesita un nuevo enfoque, porque hasta ahora ha sido una carga constante y recurrente para los contribuyentes que reciben muy poco o nada a cambio.

Es tiempo de tomar el toro por los cuernos.

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