Lo del doctor Franklyn Almeyda, como bien señala, con inocultable sorna, Monchy Fadul, tiene todas las características de un pataleo, y probablemente así sea, pues el leonelismo no salió precisamente fortalecido del pasado proceso electoral, y algunas derrotas, como la de Roberto Salcedo, han dolido demasiado. Tanto, que el ex ministro de Interior y Policía alborotó el avispero en el PLD  con su denuncia de que dirigentes  de esa organización  bajaron línea para que se votara contra Salcedo y  a favor de David Collado, candidato de la oposición,  a los que sin más para allá ni mas para acá calificó de traidores. Pero como sabe todo el mundo  dentro y fuera del PLD, esa denuncia, a la que el rumor público  da visos de veracidad, no es lo que realmente ha molestado al danilismo reinante, pues al fin y al cabo se parece tanto al berrinche de un mal perdedor que terminará diluyéndose en su propia  inutilidad ante una derrota que no hay forma de revertir. Otra cosa es coincidir con el enemigo, en este caso la oposición, al cuestionar la legitimidad del triunfo del PLD, al que Almeyda quiere ponerle “pies de barro” debido a los “conflictos y  trapisondas” que lo caracterizaron y que, a su juicio, han avergonzado a la organización. ¿Cuantos peledeístas, o debería mejor decir leonelistas, opinan lo mismo? Eso es difícil saberlo, mucho menos  en el revuelto PLD de estos días, producto de las tensiones y confrontaciones que ha dejado como resaca el proceso electoral, que no nos han permitido olvidar que en el peledeísmo hay dos fuerzas enfrentadas. Esa confrontación  se agudizará si una de esas fuerzas siente que fue derrotada  con malas artes o gracias al  aplastante poder  del Estado, como ha puesto en evidencia el pataleo del doctor Almeyda.