El peaje sombra, una vergüenza

El peaje sombra, una vergüenza

Le espera a Esquea una ardua labor para reducir los efectos de una estafa

Para los dominicanos con pudor y amor por su país, constituye una vergüenza que a esta altura tengamos que luchar para deshacer los entuertos y timos que, con la complicidad de funcionarios del Estado, han perpetrado a lo largo de nuestra historia muchas compañías extranjeras.

Vienen a mi mente varios contratos leoninos del Estado con firmas extranjeras, destacándose entre estos el de la Barrick Gold que establecía que un 97 por ciento de los beneficios del oro extraído de nuestras tierras fuera para la firma y solo el 3 por ciento para el país.

Recuerdo como el entonces presidente Danilo Medina, en su discurso de toma de posesión en el 2012, calificó el contrato de inaceptable, e inició negociaciones que terminaron en acuerdos más favorables para el país, situación que esperamos se repita en el caso del famoso peaje sombra.

Contrario a esa ocasión, esperamos que los responsables de esa barbaridad, entre ellos los exsecretarios de Estado de Obras Públicas Freddy Pérez, Miguel Vargas Maldonado y Víctor Díaz Rúa, junto a sus asesores legales, sean interrogados al igual que los expresidentes Hipólito Mejía y Leonel Fernández, si fuese necesario.

Esto, sin dejar de cuestionar el papel del Congreso que alegremente aprobaba estos contratos lesivos al interés nacional motivado, como en el de los Súper Tucano, por la repartidera de dinero que se hacía entre los legisladores que se prestaban a esas “indelicadezas”, como decía Balaguer.

Al Gobierno, representado por el contratado jurista Enmanuel Esquea Guerrero, le espera una ardua labor para disminuir los efectos catastróficos de una negociación que representa una estafa y un agravio para el país.

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