El peligroso asalto del presidente Barack Obama a los ricos

El peligroso asalto del presidente Barack Obama a los ricos

Clive Crook
Cuando Barack Obama habla sobre el control fiscal, la idea que él enfatiza y que frecuentemente es la única que ofrece con convicción es aumentar los impuestos a los ricos. Esto ofrece ovaciones de los demócratas, encantados de que el Presidente de Estados Unidos no se haya vendido enteramente. Igualmente constante es la respuesta republicana: las acusaciones de lucha de clases y vandalismo económico.

Por todas las bellas palabras que expresa Obama, dice el Partido Republicano, es que los demócratas recurren a su tradicional curalotodo, el recorte de empleos.

Las perspectivas para la deuda pública de E.U. hacen que la posición republicana en relación a los incrementos de impuestos, a toda costa, sea en gran medida irresponsable. Los altos ingresos se necesitarán para balancear los libros. El juicio político del Partido Republicano también es cuestionable. Este Presidente sonríe demasiado para ser un guerrero de clases convincente, aunque no se podría decir lo mismo de cada demócrata.

No obstante, equivocados como pueden estar sus oponentes, los demócratas también se equivocan al pensar que “calarse a los ricos” es tanto una buena política económica, así como un ganador electoral a prueba de fuego. Tampoco lo es.

Hay que considerar primero la economía. Las tasas de impuesto sobre la renta en E.U. no están lejos de la línea en comparación con otros países. George W. Bush, predecesor de Obama, redujo la tasa máxima sobre los ingresos del empleo desde casi un 40% hasta un 35%, lo cual el Presidente quiere reversar.

Sin embargo, agregándolos a los impuestos estatales, el impuesto de asistencia médica, el retiro de algunas exenciones fiscales como los aumentos de ingresos y la interacción del impuesto mínimo alternativo, y las altas tasas marginales, ya sube a más de un 50 por ciento, antes de que Obama vuelva a agregar el recorte de Bush.

El sistema fiscal de ingresos de E.U. es anómalo, no porque sus tasas sean bajas sino porque toma en cuenta sus tasas medianas, este colecta muy pocos ingresos. Entre  el 2004 y  2008, los contribuyentes de E.U. rindieron, en promedio, un poco más de un 12% de sus ingresos en impuestos federales. El 50% de las familias enfrentó una tasa fiscal promedio de alrededor de un 3%; el 50% en impuestos promedio de un 14%; el 5% un impuesto de un 21%; y el 1% un impuesto de un 23%. El sistema se torna regresivo para los más ricos; el 0.1% de los contribuyentes (con ingresos comenzando entre US$1.5 y US$2.2 millones) enfrentan una tasa fiscal promedio ligeramente más baja que la de los simplemente ricos. Existen dos razones principales para el espacio entre las tasas promedio y las marginales. La primera está en el medio de la distribución de los ingresos, es el valor de las deducciones fiscales para el interés hipotecario, el seguro de salud provisto por el empleador entre otras cosas que el Congreso ha elegido promover. La segunda está en el tope de la escala de ingresos, es el hecho de que las ganancias capitales y los dividendos son fiscalizados a tasas mucho más bajas que la de los rendimientos del empleo. Proponer la enmienda de tal sistema aumentando la tasa marginal a un nivel todavía más alto, ignora el punto.

La base necesita ampliarse, de forma tal que las tasas marginales puedan mantenerse o incluso bajar mientras los ingresos suben. Eso es lo que la Comisión Bowles-Simpson y otras investigaciones fiscales han sugerido. Obama ha avanzado en esta dirección últimamente mencionando el caso de reducir los “gastos fiscales” (limitando el valor e las deducciones fiscales), pero el presidente ha dado la idea que nada como la prominencia de mayores tasas marginales.

Usted no necesita pensar que reversando los recortes fiscales de Bush se destruirán los incentivos y se paralizarán las empresas pequeñas, como afirma el Partido Republicano, creyendo que las tasas marginales no son la mejor solución. Y usted no necesita pensar que Obama es un guerrero de clases para creer que su línea sobre el fracaso de que los “millonarios y multimillonarios” paguen su cuota justa, está engañando a los votantes sobre lo que necesita hacerse. Hablando del electorado, ¿cuáles son los méritos políticos del enfoque del Presidente? Usted podría pensar que la economía parece equivocada, pero el cálculo electoral puede tener sentido. Los estrategas demócratas examinan sus hojas de cálculo y dicen que no. Es la política, estúpido. Van bien las “encuestas sobre calarse a los ricos”. A este respecto, mantener la cautela sería prudente. La mayoría del electorado puede aprobar los impuestos más altos para los ricos junto a otras medidas, pero notarán que  los demócratas no tienen más nada que sugerir y se preocuparán si piensan que los demócratas ven los impuestos más altos sobre los ricos, y posiblemente los no tan ricos, como un fin en sí mismo. Obama trata de evitar dar esa impresión, pero sus aliados en el Congreso, que se desmayan cada vez que él dice que “los millonarios y billonarios”, no lo hacen.

Esto empeora el problema de que la línea del Presidente entre la clase media (cuyos impuestos él ha prometido no subir) y lo que un vocero del Partido Demócrata recientemente llamó “los ultra-ricos”, son de un ingreso familiar de US$250,000 anual. La cifra es demasiado baja. Es cierto, menos de un 3% de las familias obtienen tanto en un momento dado, pero un oficial de policía casado con una funcionaria pública podría colarse en esta categoría. El ingreso varía durante la vida, así que un número mayor ha cruzado la línea, o lo hará, o espera hacerlo, durante sus años pico de beneficios.

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Contradicciones

Es simplemente una ineptitud sugerir que una pareja que gana US$240,000 al año es de clase media, mientras que una que gana US$260,000 está en la misma categoría según Mark Zuckerberg o Warren Buffet para los propósitos de la justicia fiscal.

Ingresos de Wall Street

Estados Unidos detesta a los plutócratas de Wall Street por sus ingresos mal habidos, y espera que los ricos ayuden a tener el presupuesto federal bajo control, pero este es un país que todavía aplaude el trabajo, el cerebro, el ingenio y los éxitos merecidos.

Cordón industrial de Estados Unidos guía recuperación

Ed Crooks. New York. Los Estados que tradicionalmente forman el “cordón industrial” han visto los mayores aumentos en los empleos de la manufactura estadounidense el año pasado, según muestran las cifras oficiales, mientras la recuperación en la industria de E.U. reactiva la que ha sido una de las regiones más deprimidas del país.

Michigan, el centro de la industria automotriz de E.U., ha sido la historia de éxito, creando 29,800 empleos netos temporalmente ajustados en la nueva factoría en los pasados 12 meses. Esto asciende a alrededor de un 4% del empleo del sector de manufactura de E.U., pero aproximadamente un 15% de la creación neta de empleos de la industria el año pasado.

Las alentadoras cifras de empleos en estos estados del norte también han sido reflejadas en el fuerte rendimiento corporativo de los manufactureros radicados allí.

La semana pasada, Ford Motors reportó sus beneficios del primer trimestre más altos en 13 años gracias a la fuerte demanda por vehículos y a los más bajos descuentos. Caterpillar, el mayor fabricante de equipos terrestres en el mundo, reportó los ingresos del primer trimestre muy por encima de las expectativas de Wall Street a consecuencia de un aumento global en la demanda para la maquinaria de construcción.

La manufactura es el sector más fuerte de la economía de E.U., creciendo a una tasa anual estimada de 9.1% en el primer trimestre, comparado con un 1.8% para la economía en general.

Otros estados con fuerte aumento en el empleo de manufactura incluyen a Wisconsin, Ohio, Indiana y Pensilvania, con Texas como el mejor rendidor del sur. Mark Perry, profesor de Economía de la Universidad de Michigan en Flint y profesor visitante del Instituto Empresarial Americano, describe la industria de la manufactura como “la estrella brillante de la recuperación económica de Estados Unidos”.

Aumentos

Aunque la reactivación de la industria ha comenzado a crear empleos, los aumentos de empleos son mínimos comparados con los números que se han perdido, y los economistas dicen que un repunte era casi inevitable, dada la severidad del declive del 2008-09.

La data es, sin embargo, un correctivo para la percepción común de que la manufactura de E.U. está inexorablemente moviéndose lejos de los estados del norte que tienen costos más altos y más fuertes sindicatos comerciales, hacia los estados del sur, donde la fuerza laboral tiende a ser de menor costo y menos sindicalizada. Nueva York, Nueva Jersey y Maryland han  estados   perdiendo empleos.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA

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