Tablas de colores forman un puente colgante en lo alto de un cerro desde el que se divisan miles de casas que forman el inmenso distrito limeño de San Juan de Lurigancho. Por él desfilan atrevidos turistas para conseguir su foto viral y, sin saberlo, contribuyen a mejorar la calidad de vida de sus vecinos.
“Vimos que con el turismo podíamos aprovechar para preservar este ecosistema de la mejor forma, sin destruirlo, sin impactar y generando beneficios a la población”, dijo Jorman Cabello, cofundador de la organización “Haz tu mundo verde».
El joven creció en San Juan de Lurigancho, distrito en el que viven más de 1,2 millones de personas y explicó que, junto a su mejor amigo, creó esta iniciativa con dos fines- el primero proteger el cerro de la contaminación de residuos y, el segundo, generar a través de una actividad turística respetuosa con el medio, ingresos para beneficiar a la comunidad.
“Hemos crecido sin tener parques, zonas deportivas (o) espacios públicos de calidad. Una de las únicas alternativas que teníamos de juego, de diversión era subir al cerro y en invierno este se llenaba de plantas, lo que nos motivaba más. Lastimosamente, tanto este cerro como todos los de San Juan de Lurigancho y otros distritos, están siendo invadidos, destruidos”, relató Cabello.
Para acceder al puente, ubicado en el sector conocido como las Lomas del Mirador, hay que adentrarse en empinadas escaleras que atraviesan una de las invasiones de San Juan de Lurigancho y que desembocan en una escarpada subida, ya en el propio cerro. Cuando se llega acalorado, el cielo se abre y se divisa uno de los barrios más grandes de Suramérica.
Pero la aventura no ha hecho más que empezar, porque ahora toca ponerse las medidas de seguridad para atravesar el puente que ha traído a más de 2.000 personas en el primer mes de funcionamiento y que deja al visitante en el vacío entre las tablas.
Dos mujeres se toman fotos aprovechando las vistas, justo antes de ponerse el casco y reconocer que le “da mucho miedo”, una de ellas reconoce con una risa nerviosa que se había enterado de que existía este lugar en TikTok.
Y es que esta red social es la que ha hecho de este puente una atracción viral a la que todos los días llegan turistas y los fines de semana se forman largas colas.
“No hemos tenido mayor gasto en difusión, las redes lo han hecho todo. TikTok ha sido nuestro principal medio de difusión, han llegado ‘influencers’, viajeros, medios, canales y eso nos ha ayudado a que esto crezca y que la población entienda y conozca que San Juan de Lurigancho no es solamente algo negativo, peligroso o con delincuencia” indicó Cabello.
Iniciativa ciudadana
“Haz tu mundo verde” nació en 2015 con la idea de mejorar las 250 hectáreas de ecosistema que coronan los cerros y que, según Cabello, es uno de los únicos pulmones tanto del distrito, como de la ciudad. Así, los jóvenes empezaron a organizar pequeñas visitas por las lomas que poco a poco iban atrayendo a más personas, pero eran consciente de que para lograr cambios que impactaran a los vecinos tenían que “subir un nivel” y crear una atracción turística.
Con este puente colgante realmente fotogénico lo han conseguido. “Gracias a esos recursos que genera el turismo nosotros podemos satisfacer necesidades básicas de la población que antes vivía alrededor de una chanchería (criadero informal de cerdos), que no tenía luz, agua, escaleras o desagüe. No tenía nada”, dijo Cabello.
Señaló que ahora pueden disfrutar de nuevos servicios básicos que “no se los ha dado un municipio o ninguna otra institución. Se los ha dado su compromiso de conservar las lomas y aprovechar el turismo y esta estrategia que ha servido muchísimo en la comunidad”, concluye orgulloso.
Además, la llegada de turistas ha hecho entender a la población el valor de la zona en la que residen, junto a él mujeres y niñas recorren con agilidad el cerro con grandes bolsas de basura para recoger los residuos que vecinos y turistas dejan.
“Quiero que se vea bonito ahora que llegan personas”, subraya una dueña de una tienda alimentos por la que pasan las escaleras que suben al famoso puente y que, gracias a la magia de las redes, puede ser la próxima sensación a la sombra del puente.