Hoy 
Luego de la política fiscal expansiva (aumento del gasto) puesta en práctica con el apoyo del FMI desde finales del 2009 y durante todo el 2010, el presidente Leonel Fernández anuncia al país una política de austeridad que busca disminuir en un 12 por ciento el gasto público, exceptuando a Educación, Salud y los programas sociales.
Aunque el argumento para el ajuste fiscal propuesto por el Gobierno es el de la crisis petrolera, todo parece indicar que la verdadera razón del cambio brusco de la política fiscal son los resultados presupuestarios registrados al cierre del 2010.
Como producto de la política anti-cíclica ejecutada desde el último trimestre del 2009 y la coincidencia del ciclo electoral con el ciclo presupuestario en el 2010, el gasto transparentado y no transparentado del Gobierno en los últimos 15 meses parece haber superado los niveles razonables, por lo que es necesario pisar el freno antes de que sea tarde.
Entre 2008 y 2010 el Gobierno central ha acumulado un déficit fiscal de 160,965.4 millones de pesos, equivalentes a unos US$4,500 millones. Esta situación es insostenible a mediano y largo plazos. El año pasado las cifras oficiales preliminares revelan que el Gobierno central cerró sus operaciones fiscales con un déficit de RD$53,617 millones. Este monto supera en un 12.1% las estimaciones contenidas en el Presupuesto General del Estado aprobado por el Congreso Nacional.
De no haberse reducido el gasto mediante las leyes de presupuesto suplementario, el déficit fiscal de 2010 hubiese duplicado los RD$47,828.4 millones aprobados por el Congreso Nacional en la 366-09. Se recuerda que el Gobierno introdujo dos modificaciones al presupuesto original aprobado por el Congreso Nacional, mediante las cuales disminuyó las apropiaciones de la mayoría de los ministerios y entes públicos para cubrir la subvaluación del subsidio al Sector Eléctrico y de los intereses para capitalización del Banco Central.
Metas fiscales del Gobierno para 2010. Fueron plasmadas en el Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos aprobado por el Congreso Nacional.
En el mismo se estimó un ahorro corriente de 1.8% del PIB estimado, lo que representaba unos RD$33,398.1 millones.
El déficit primario, que define la capacidad del Gobierno para cubrir sus obligaciones de deuda se fijó en un 0.2% del PIB, que en términos absolutos eran unos RD$2,994.8 millones y el déficit fiscal presupuestado, que es igual a la diferencia entre los ingresos y los gastos, se estableció en RD$47,828.4 millones, igual a un 2.5% del PIB.
Como resultado de las dos modificaciones presupuestarias, las metas fiscales aprobadas en el Presupuesto original fueron alteradas significativamente. El ahorro corriente se redujo en un 47.1%, el déficit primario se incrementó en un 572.1% al pasar de RD$2,994.8 millones a RD$20,129.4 millones. El déficit fiscal subió a RD$52,064.9 millones igual a un 8.9% más que lo presupuestado originalmente.
Al cierre de las operaciones fiscales de 2010 los reportes de la ejecución presupuestaria de la Digepres muestran que los objetivos fiscales terminaron peor de lo esperado. El Déficit primario fue de RD$24,854.7 millones, 8.3 veces más que lo estimado originalmente y 1.3% del PIB frente al 0.2% presupuestado. El ahorro corriente cerró en RD$12,921.2 millones, 2.6 veces menos que lo programado y el déficit fiscal terminó en un monto de RD$53,617 millones, esto es un 12.1% más que lo estimado o RD$5,788.5 millones por encima del monto original.
Lógica del péndulo fiscal, FMI y presión tributaria. Hasta junio de 2010 la oscilación de la política fiscal se encontraba en el punto de expansión del gasto, 9 meses después el péndulo se desplaza a la posición contraria o de ajuste del gastos y necesidad de aumentos de los ingresos.
Según lo que han estado diciendo el FMI y el Gobierno sobre los resultados exitosos de la implementación del programa stand-by, este movimiento armónico simple de la política fiscal, parece estar motivado por la voluntad divina.
La cifra
53,617 millones de pesos fue el monto alcanzado por el déficit fiscal del Gobierno dominicano al cierre del año 2010, monto que supera en 12.1% los estimados presupuestarios.
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Resultados de ficción
Lo que se dijo con la política de expansión del gasto fue que esta iba a favorecer un aumento de las recaudaciones y automáticamente vendría la consolidación fiscal. La economía se recuperó y creció 7.8%, pero los ingresos fiscales no lo hicieron en la misma proporción. En conclusión, los hechos parecen demostrar que la estabilidad fiscal es una ficción, cierta y volátil, que se nutre de la opacidad de la gestión de las finanzas públicas y del incumplimiento de las normas presupuestaria.
