El peor gobierno

El peor gobierno

¿Cuál de los dos podría encabezar el peor gobierno? Hipólito Mejía y Danilo Medina decidieron dilucidar, cada quien por su lado, cuál de los dos puede encabezar el peor gobierno. Los dos lo encabezarán. Porque las condiciones están dadas para que el sucesor del Presidente Leonel Fernández carezca de eficacia en su mandato. Sin importar las disposiciones que asuma, el servicio de la deuda absorberá poco más del 40% de los ingresos fiscales. Con este peso negativo sobre las finanzas públicas, ningún acto de prestidigitación salvará a la República.

Por supuesto, el gobierno puede seguir endeudando a la Nación. La actual administración del Presidente Fernández ha seguido esta política. De hecho, se toma prestado para el pago de deudas viejas. A partir de 2012, un Presidente de la República con talante distinto puede sentar a los acreedores y hablar de la quiebra del país. ¿Se procurará una moratoria forzada por las circunstancias o puede arribarse a una moratoria negociada?

A Portugal, Grecia e Irlanda se le impusieron sacrificios extraordinarios. Después de años de francachela con el gasto público, se han exigido recortes e impuestos. La República Dominicana del año entrante estará bastante cerca de tales presiones. Por supuesto, puede continuarse la política aplicada hasta ahora. En medio de una debacle mundial todavía se escucha a funcionarios dominicanos que hablan que la deuda pública -interna y externa- es soportable. Debido a ello, en lo que va del año se han contratado empréstitos por alrededor de US9,950.0 millones. Algunos de estos ingresos han servido para pago de intereses y principal del adeudo viejo.

Aunque las nuevas contrataciones supongan la reducción de los intereses, el camino escogido es temerario. Ha debido pensarse, de manera preferencial, en la reducción del gasto, sobre todo del gasto corriente. Este paso forzoso en futuro cercano, sigue eludiéndose. Se habló mucho de esa disminución por el equivalente de un 10%. Pero al mirar los números aportados por el propio gobierno puede hablarse de una reducción, de los gastos corrientes, de sólo 1.4%.

En base a lo señalado, conviene que los candidatos apelen a un discurso más apegado a la realidad que enfrentarán. El panorama que tienen por delante no está sujeto a modificaciones durante la actual gestión gubernativa. Para convencer a un electorado mayoritariamente frustrado, por ende, se precisa un discurso que apunte a medidas específicas. Porque todos sabemos que, cualquiera de los dos, hará el peor de los gobiernos, de no enfocar la realidad que se vive. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas