Qué se dice: El peor mensaje

Qué se dice: El peor mensaje

Cometerían un error empresarios y autoridades turísticas  si también incluyen al Gobierno del Reino Unido en la “campaña” internacional que busca dañar nuestra principal industria, “de la que vivimos todos”, que en sus Consejos para Viajes al Exterior advierte a los ciudadanos británicos que visiten la República Dominicana sobre nuestra  alta tasa de criminalidad, que incluye  desde la simple ratería en calles, taxis y lugares públicos  hasta los crímenes violentos, pues solo está cumpliendo con su responsabilidad, como lo hace también el Departamento de Estado de los Estados Unidos cuando redacta esos informes que tanto escozor y alboroto provocan en el patio. Sobre todo porque, al igual como sostienen empresarios y autoridades turísticas dominicanas, la advertencia a los viajeros ingleses  reconoce que la gran mayoría de nuestros visitantes no tiene ningún problema durante su estancia en el país, que describe como amable y acogedor. Pero lo  que no puede ignorar ni el gobierno británico ni el Departamento de Estado, porque estarían faltando  a su responsabilidad de velar por la seguridad de sus ciudadanos donde quiera que se encuentren,  es una realidad de violencia y criminalidad que, cuando golpea directamente al turismo, aquí se insiste en restarle gravedad  con el argumento de que se trata de “hechos aislados”, como si los  enclaves turísticos afectados no estuvieran en la República Dominicana, donde esos hechos nos  dicen  cada día   que nadie está seguro en ninguna parte. Insistir en minimizarlos, minimizando también  sus consecuencias sobre una industria tan  vulnerable, refleja poca disposición de enfrentarlos  con la firmeza necesaria, y ese es el peor mensaje que pueden enviar al mundo las autoridades de un país que vive del turismo.

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