El pepino es   inocente ahora,  pero podría contener  bacterias

El pepino es   inocente ahora,  pero podría contener  bacterias

Madrid,  EFE.  Periódicamente se producen en el mundo alarmas relacionadas con la alimentación; estas últimas semanas ha ocupado titulares en la prensa una intoxicación debida, al parecer, a una variedad de bacteria intestinal, la Escherichia coli (E. coli, para abreviar), que ha provocado unos dos mil casos con la secuela de una veintena de pacientes fallecidos.

Parece tratarse de la E. coli O104-H4. No son raras las intoxicaciones por este tipo de bacterias; la E. coli es huésped habitual de los intestinos animales, también en los humanos. Lo inusual es, por un lado, la fuerte virulencia de esta cepa y, por otro, no nos engañemos, el hecho de que se haya producido en un país como Alemania.  

Que nadie nos malinterprete, pero es evidente que si esta intoxicación se hubiera producido en países de los que Occidente considera “tercer mundo”, el escándalo organizado hubiera sido muchísimo menor.   Pero Alemania, uno de los países líderes del mundo desarrollado… El problema es que las autoridades sanitarias germanas andan dando palos de ciego, sin saber a qué achacar este brote.

Primero se señaló a los pepinos procedentes de los cultivos del Sudeste español, posibilidad que ya se ha descartado, después de causar un daño de grandes proporciones a sus productores y exportadores.  

Bien, que existen bacterias de este tipo en las hortalizas no es, por desgracia, nada raro. Desde siempre se nos ha recomendado, si vamos a consumir hortalizas crudas, extremar la higiene, lavarlas muy bien, incluso añadiendo al agua unas gotas de lejía.

Las ensaladas son, en general, una cosa muy rica, considerada además sanísima; pero se corre el riesgo de que alguno de sus componentes esté contaminado por aguas fecales, en las que no es nada raro que aparezcan bacterias de este tipo.

Normalmente, las cosas no van más allá de una diarrea molesta; pero esta vez… hay bajas.   Y las ha pagado el pepino, por mucho que los alemanes ahora descarten su culpabilidad.

El daño ya está hecho. Por fortuna, el pepino español es de una calidad que hará que sus devotos -el mundo está dividido, más o menos mitad por mitad, entre quienes lo amamos y quienes lo odian- no lo eliminen de sus hábitos gastronómicos.

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Pepino en España

El pepino es  básico en la cocina del Mediterráneo. Además de consumirse crudo en rodajas, suele formar parte importante de la sopa fría española por excelencia, el gazpacho.    Generalmente, repite, lo que no es agradable. Pero esto se evita purgándolo. Dos sistemas básicos: pelarlo, cortarlo en rodajas y ponerles sal. Se deja así un rato, se escurre  y el efecto no se produce. Nosotros preferimos eliminar las dos puntas  y sumergirlo por 30 minutos en agua fría con un chorrito de vinagre. Se escurre y listo para comer.

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