El pequeño fue aplastado

El pequeño fue aplastado

KRIS HUNDLEY
De St. Petersburg Times
OKEELANTA.- Más de 850 trabajadores del enorme ingenio azucarero de la Florida Crystals Inc., localizado en esta comunidad, perdieron la huelga de cuatro días durante los días festivos. Los trabajadores querían aumentos de sueldo y de beneficios. Compañeros del sindicato cruzaron las líneas de los huelguistas y los reemplazaron manteniendo el ingenio de Okeelanta trabajando sin interrupción sin ellos. Temerosos de perder para siempre sus empleos, el Día de Año Nuevo los huelguistas aceptaron un contrato con menos beneficios que el contrato motivo de la huelga.

Los trabajadores de Okeelanta regresaron al trabajo hace una semana, habiendo perdido la fe y la cara ante sus empleadores. El presidente del Sindicato, Javier Almazán Jr., padre de seis hijos que ha trabajado allí durante 17 años, dijo que la huelga fue una pesadilla fatal: «Nos enfrentamos a los gigantes y los gigantes ganaron. El hombre pequeño fue aplastado».

La derrota del Sindicato tiene repercusiones más allá de los campos de caña al sur del Lago Okeechobee; demuestra la debilidad de la fuerza laboral organizada en zonas donde las opciones para conseguir empleo son escasas y el desempleo es alto.

La policía del lugar, multando a quienes llegaban allí durante la huelga hasta por tocar el claxon, reforzó la influyente reputación de los Fanjul, la acaudalada familia cubana propietaria del ingenio.

La demanda de la compañía por concesiones laborales después de un año de cosecha récord demuestra la mentalidad sitial de la industria azucarera de los Estados Unidos. A pesar de décadas de apoyo federal a los precios, los productores de azúcar de la nación -la Florida Crystals entre los mayores- están viendo como baja el consumo al mismo tiempo que aumenta la presión por abrir el mercado al azúcar importado.

Además de eso, el crecimiento residencial en el Sur de la Florida se está convirtiendo en una opción cada vez más atractiva para los miles de acres plantados con caña de azúcar. Todos estos factores fueron favorables para que la familia Fanjul lidiara con los huelguistas, los cuales cedieron en unos cuantos días.

El ingenio de Okeelanta, situado a 6 millas al sur del Lago Okeechobee, es la joya de la corona de la empresa Crystals, con 1,200 empleados del total de 3,000 que tiene la compañía. Se trata de un complejo construido en los pasados 60 años que incluyen cada paso del proceso azucarero, desde el corte de caña hasta el refinar, empaquetar y distribuir el producto.

Una planta de fuerza motriz, instalada en el lugar; utiliza el bagazo de caña para producir vapor como energía para el ingenio. En un buen día de trabajo, 25,000 toneladas de caña se transforman en casi 3,000 toneladas de azúcar en Okeelanta.

La familia Fanjul compró la planta de Okeelanta hace veinte años. Ellos fueron productores de azúcar de caña en Cuba durante casi un siglo antes de que Castro tomara el poder. La familia huyó a la Florida en 1960 y sus miembros fundaron Florida Crystals. Gradualmente han adquirido 180,000 acres de terrenos al sur del Lago Okeechobbe, un tamaño equivalente al Condado de Pinellas entero.

Además del ingenio en Okeelanta, los Fanjul tienen otros dos en el Condado de Palm Beach y son dueños mayoritarios de dos refinerías de azúcar, una en Louisiana y la otra en Yonkers, N.Y. Los Fanjul también operan plantas azucareras en la República Dominicana, con terrenos del mismo tamaño que los que tienen en la Florida.

La industria azucarera ha sido buena para la familia Fanjul. La empresa Florida Crystals y otras dos empresas azucareras del Estado, U.S. Sugar Corp. y Sugar Cane Growers Cooperative, producen alrededor de un cuarto de todo el azúcar que se consume en los Estados Unidos, haciendo de la Florida el Estado donde más azúcar se produce en toda la nación.

Durante la temporada del 2003-2004, Florida Crystals produjo la cifra récord de 900,000 toneladas de azúcar con ingresos de $500 millones. (De «Diario Las Américas», Miami).

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