Dicen que perdonar es uno de los mejores regalos que se le puede dar a una persona que ha fallado.
Sin embargo, hacerlo supone tener una gran capacidad y una grandeza de espíritu.
Quizás usted es de los que se ha cuestionado muchas veces ¿hasta qué punto se puede perdonar?
El sociólogo y sacerdote colombiano Leonel Narváez entiende que el ser humano tiene la capacidad de perdonar lo imperdonable.
“Nosotros partimos de que el verdadero perdón es cuando se perdona lo imperdonable, las cosas pequeñas son fáciles de perdonar”, aseguró.
Narváez, quien se encuentra en el país luego de participar en el quinto encuentro internacional de animadores de la Red internacional de las Escuelas de Perdón y Reconciliación ES.PE.RE, dijo que cuando una persona perdona, mejora hasta su salud.
Sostuvo que los miembros de estas escuelas se dedican a enseñarles a las personas a resolver los problemas de violencia e inseguridad que afectan a los países latinoamericanos, sobre todo la violencia más sutil y más escondida: la intrafamiliar.
Especificó que el objetivo principal de estas escuelas es darle una solución más creativa y menos costosa a los temas de paz.
“Las soluciones que hasta ahora el mundo da son muy costosas y traumáticas. La policía, la cárcel, no son las mejores soluciones, son necesarias, pero no las mejores”, advirtió.
El sacerdote especificó que los miembros de esta red trabajan ayudando a la gente a manejar las emociones, ya que en sus 15 años de experiencia ha podido constatar que “todos somos analfabetos emocionales, no nos enseñan a la lidiar con las emociones”, lamentó.
Narváez dijo además que dentro de sus planes de trabajo está ayudar a los participantes a adquirir la capacidad más positiva y energizarte: la capacidad de perdonar.
“Cuando una persona perdona, frena la venganza y, por consiguiente, (detiene) la réplica de la violencia”, concluyó.