El periodismo bajo la mira

El periodismo bajo la mira

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) ha vuelto a ocuparse en  estos días de las presiones y acechanzas a que están siendo sometidos los periodistas en distintas partes de América Latina. Algunos informadores sociales han caído víctimas de la intolerancia de sectores que se creen intocables, y otros están sometidos a presión por quienes pretenden que la justicia use sus facultades y poderes para censurar a periodistas y los medios para los cuales trabajan. Aquí tenemos ejemplos de esta práctica que pretende poner al Poder Judicial en el papel de aliado de causas oscurantistas y prácticas de censura previa.

Por eso es conveniente llevar a todos los foros que sea necesario informes sobre estos peligros que acechan en estos tiempos al ejercicio periodístico. De triunfar estos medios de censura, sencillamente irían cayendo una por una  las demás libertades públicas. Solamente aquellos que tienen verdades que ocultar y que se dedican a actividades no santas  pueden estar ocupados en pretender silenciar a algunos periodistas y atemorizar a otros para que no saquen a la luz pública sus actos perjudiciales para  la sociedad. Deberían levantarse contra estas tentativas de censura todas las voces de todos los sectores, pues el ejercicio de la libertad de expresión es y seguirá siendo precursor y soporte de las demás libertades y derechos. No se puede permitir una dictadura del silencio.

Exorcismo para Sabana Yegua

El ingeniero Héctor Rodríguez Pimentel, director del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, ha dado la segunda clarinada de alarma sobre el peligro que, según afirma,  representa la Presa de Sabana Yegua. La primera clarinada la dio hace siete años el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al dar cuenta del deterioro y vicios de construcción observados en esa estructura diseñada para controlar las aguas del río Yaque del Sur.

Para cuando el BID alertó sobre el particular, la corrección de los vicios costaría US$50 millones. Da escalofríos pensar cuánto costaría en estos tiempos. Se habla de sedimentación y fallas que limitan la capacidad de la estructura hasta hacerla peligrosa en tiempos de fuertes lluvias en la zona. Se dice que construir la presa de Monte Grande evitaría una catástrofe.  En el INDRHI cruzan los dedos cada vez que el Yaque del Sur se crece. ¿Cuánto  tiempo más seguiremos aferrados a  ese  exorcismo?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas