“El periodismo para mí fue una trampa”

“El periodismo para mí fue una trampa”

Sentado en su despacho del periódico “El Día” -el que fuera su último espacio de trabajo- como siempre, elegante y sereno, el periodista Rafael Molina Morillo, quien falleciera el pasado domingo 2 de abril, a sólo tres días de celebrarse el Día del Periodista y dos antes de haber cumplido 87 años, me confesó, en una entrevista inédita: “el periodismo para mí fue una trampa”.
Su reflexión fue provocada. ¿La pregunta?: ¿Qué ha sido el periodismo para usted?… Sin titubeo, claro y preciso contestó: “Una trampa, porque he caído en ella sin darme cuenta, hubo momentos en que quise retirarme a descansar y a vivir de los pocos recursos que había reunido y no pude, tuve que volver a caer en la trampa, y ya convencido de que en este oficio tengo que terminar mi vida”.

Y así fue. Como si se tratara de un designio divino, más que un plan de vida bien concebido, el doctor Molina, como les llamábamos, nos abandonó en este espacio terrenal en pleno ejercicio de su exitosa carrera; amando y respetando su profesión y ofreciendo a sus lectores, cada día, en “El Día”, sus “Buenos Días”.
En entrevista que me concediera en el 2014 y que doy a conocer a raíz de esta sentida muerte, el doctor Molina Morillo fue muy claro: “Nadie se puede hacer rico en el periodismo trabajando honestamente; ahora, ejerciendo el periodismo en busca de beneficios personales a costa de cualquier cosa indebida se pueden hacer ricos: hay muchos ejemplos; pero si usted quiere ser un periodista respetado, un periodista honesto, no piense que se va a hacer rico en el ejercicio de esta profesión”, dijo.
Tras un ejercicio ininterrumpido de casi siete décadas, (“66 años, por ahí”, en sus propias palabras), este ícono del periodismo dominicano se convierte en un referente de ética y entrega para quienes ejercemos esta profesión.
Nació en La Vega el 31 de marzo de 1930 y falleció en Santo Domingo. Dirigía el periódico gratuito “El Día”, y fue fundador del emblemático vespertino “El Nacional” y de la desaparecida revista “¡Ahora!”, fundada años después de concluida la dictadura de Rafael Trujillo. De esa época, el también abogado, escritor y ex diplomático recuerda que vivió momentos difíciles, más que oscuros.
Molina Morillo fue además presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y director de los periódicos “El Caribe” y “Listín Diario”.
A continuación la entrevista, inédita, en donde habló sobre su vida, su ejercicio periodístico, sus éxitos y valoración del ejercicio periodístico en la actualidad.
P -¿Cuántos años tiene usted como periodista?
R. –Como periodista, 66, por ahí.
P -¿Qué ha sido el periodismo para usted?
R –Una trampa. He caído en ella sin darme cuenta, hubo un momento en que quise retirarme a descansar y a vivir de los pocos recursos que había reunido y no pude, tuve que volver a caer en la trampa de nuevo y ya convencido de que en este oficio tengo que terminar mi vida.
P -¿Qué significa haber fundado medios tan importantes como “El Nacional” (1966) y la revista “¡Ahora!”?
R –Yo me siento realmente orgulloso de haber sido el fundador de esos medios, de haber trabajado en otros, y dirigido otros medios, pero no quiere decir eso que me crea mejor que otros. Me tocó y tuve la oportunidad en aquel momento en que hacían falta precisamente esos medios que le dieran la oportunidad a todos de expresar sus ideas, sus pensamientos y de mantener la libertad de expresión en el país. Pero eso lo hubiera hecho cualquier otro en mi lugar. A mí me correspondió, fue la circunstancia, los eventos a veces ocurren de una manera que uno no puede controlar, y me alegro de haberlo hecho y de no haber tenido una recompensa, que no buscaba ni busco, porque eso significaría un pago por los servicios prestados.
P -¿Cómo fue su experiencia en la presidencia de la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, en el 2005 ?
R –Una experiencia muy interesante. Esa presidencia dura un año nada más, no hay reelección, pero sirve para establecer relaciones con importantes medios de todo el continente, más de 1 300 miembros tiene la Sociedad Interamericana de Prensa y los miembros son los periódicos y las revistas, no las personas, de manera que es una fuerza importante para mantener vigilante la libertad de expresión.
Yo creo que haber sido presidente de la SIP me deja una lección: la importancia de la humildad en los medios de comunicación en la búsqueda de la libertad de expresión para que a partir de ahí cada uno se manifieste en la línea que quiera y con los valores que decida defender.
P -¿Cómo ha evolucionado el periodismo en América Latina, conforme a su paso como presidente de la SIP?
R –Bueno, lo que busca la SIP en estos momentos principalmente, como digo, es la libertad de expresión y para eso tiene que luchar contra los enemigos de esa libertad, ¿cuáles son los enemigos? Van cambiando, una vez eran los dictadores, otras veces el narcotráfico. Son otros los valores que hay que defender, ahora mismo hay un peligro grande por la persecución de periodistas en varios países de América, el número de periodistas que han muerto en servicios en distintos países es muy elevado y nos preocupa mucho eso, porque hay una impunidad que estimula a que se sigan cometiendo esos crímenes por intereses económicos o políticos en los países. Ya no son dictadores, sino personas que contratan sicarios y eso está afectando mucho la libertad de expresión.
P -En el caso de República Dominicana, ¿cómo observa el ejercicio periodístico?
R –Consideramos que felizmente podemos ejercer la libertad de expresión, pero siempre hay motivos de preocupación, porque hay elementos que estiman que la libertad de expresión no es conveniente para ejercer sus negocios turbios y sus actividades políticas alejadas de los principios universales de ética y de buen ejercicio, de manera que siempre tenemos que tener un ojo abierto y denunciar los males cuando surgen, porque la solidaridad nacional es muy importante en estos casos; lamentablemente, hay en América algunos Gobiernos que atacan la libertad de expresión e impiden y hasta cierran los medios que les son adversos; pero es una lucha que venimos librando desde hace 70 años que existe esta institución y ha tenido sus altas y sus bajas, pero durante setenta años hemos estado de pie contra esos males.
P -Finalmente, ¿qué es hacer un buen periodismo? y ¿qué es ser un buen periodista?
R –Yo pienso que hay que tener apego a la verdad y respecto a la dignidad ajena.
P -¿Hay satisfacción de usted en 66 años de carrera?
R –Sí, hemos tenido momentos un poco oscuros, digo un poco oscuros en el sentido… preferiría decir momentos difíciles, más que oscuros, como la época de la dictadura, pero al pasar a la transición en busca de la democracia, una búsqueda que todavía no ha terminado completamente, ha habido tiempos de altas y bajas, momentos de más tolerancia o de más respeto a la expresión que en momentos más difíciles. Pero en términos generales, por lo menos nosotros tenemos la oportunidad de hacer denuncias, aunque muchas veces esas denuncias no son atendidas, pero tenemos la oportunidad de protestar, indagar, investigar y de reclamar, eso es bastante para comenzar esa lucha que no terminamos.
Es importante que no crea nadie que puede hacerse rico en el periodismo honestamente; ahora, ejerciendo el periodismo en busca de beneficios personales a costa de cualquier cosa indebida se pueden hacer ricos, hay muchos ejemplos; pero si usted quiere ser un periodista respetado, un periodista honesto, no piense que se va a hacer rico en el ejercicio de esta profesión.

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