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Como lo expresara Álvaro Marchesi, secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos, citado por nosotros en múltiples ocasiones: “la calidad de la educación de un país no es superior a la calidad de su profesorado”. De ahí la prioridad que la gran mayoría de las reformas educativas otorgan al fortalecimiento de la profesión docente.
Los resultados de la primera fase de la evaluación del desempeño de 44,959 docentes llevada a cabo por el Ministerio de Educación, el 23 de marzo del presente año arrojó los siguientes resultados: el 4% obtuvo una calificación excelente; el 38% muy buena; el 39% buena; y solo el 19% de mejorable (lo de mejorable lo entendemos por inhabilitación momentánea para el oficio). En esta segunda fase, la que acaba de realizarse, el 3% de los docentes obtuvo calificación excelente, el 25 % muy bueno, 35% muy bueno y un 38% mejorable. A nuestro entender, los resultados obtenidos en ambas fases indican un cierto y significativo avance en materia de formación y capacitación docente, contrario a lo expresado por un dirigente magisterial que los calificó como “una muestra clara de que quieren desmeritar ofreciendo declaraciones absurdas para evitar que los maestros exijan el pago de la deuda que tiene el ministerio”.Pero, estimado colega de la ADP, ¿qué esperaba ustedque sucediera después deque el Sistema Dominicano de Instrucción Pública se mantuviera durante varias décadas siendo el peor financiado de la América Española y el Caribe? En la actualidad, el mismo no es el peor pero figura entre los peores; esto, a pesar de lo del 4% del PBI.
En las publicaciones de los resultados de las dos evaluaciones del desempeño de maestros que hasta la fecha se han realizado no se han dado a conocer ciertos detalles técnicos que acompañan la realización de las mismas; dos de ellos, los más importantes: la tipificación y validez de los instrumentos utilizados en las pruebas: ¿miden lo que se dice que miden? En caso de esas pruebas repetirse ¿arrojarían o no los mismos resultados?
No estaría de más el ofrecer una información completa al respecto para evitar el que los resultados de labores tan delicadas como la evaluación del desempeño de docente sean puestos en entre dicho por afiebrados sindicalistas.
Tal y como nosotros lo vemos, el proyecto de formación y capacitación docente que lleva a cabo el Ministerio de Educación como parte de un proyecto de reforma de largo alcance, establece el marco para una amplia experiencia educativa que tardará años en desarrollarse. Nadie, absolutamente nadie, puede prever con certeza cuál será el resultado de sus diversas innovaciones, y no cabe la menor duda de que en el trascurso hará falta introducir numerosas correcciones. Creemos firmemente que es muy importante ofrecer un control y evaluación continuos del avance y progreso de los proyectos de reforma, preferentemente por parte de analistas y técnicos independientes que colaboren estrechamente con los del Ministerios de Educación, cono los del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología y con los decanatos y facultades de las universidades públicas y privadas que ofertan la carrera de educación y otras afines.
La experiencia de otras naciones latinoamericanas y del Caribe demuestra que el éxito de la puesta en práctica de una serie de proyectos orientados a mejorar los servicios de instrucción pública dependerá en gran medida de la predisposición de los gobiernos que se sucedan a ser uso creativo y eficaz de los poderes de que disponen.
En la época actual de cambios acelerados en todo el mundo, los sistemas deinstrucción pública pueden realizar importantes aportaciones al avance y progreso de la sociedad, siempre que se les dote de los recursos y la libertad de acción necesaria, y que sean lo suficientemente previsores y flexibles para adaptarse a los grandes cambios que se están produciendo en todo el mundo