El pesebre de Jesús tiene tantas
representaciones como culturas

El pesebre de Jesús tiene tantas <BR>representaciones como culturas

El Niño Jesús usa pantalones vaqueros azules y camisa a cuadros. Los Reyes Magos son jefes indígenas, uno de ellos con voluminoso tocado de plumas. En vez de oro, incienso y mirra, los regalos incluyen agua, maíz y un tambor.

La Universidad de Dayton ha recopilado una colección de 1.200 escenas de la Natividad de 45 países, y hay algo que salta a la vista: los pesebres revelan lo que es importante para cada cultura. Los artistas dan relevancia al nacimiento tiñéndolo con las costumbres, hábitos y valores locales.

La escena de los indígenas Pueblo con Jesús en pantalones de mezclilla es uno de tantos ejemplos. Se encuentra entre 19 nacimientos montados por artistas de Nuevo México que son los más recientes en la colección. La exposición funciona hasta el 6 de enero en el Instituto de Arte de Dayton.

«No hay ninguna religión sin cultura’’, afirmó el religioso Johann Roten, director de la Librería Mariana en Dayton. Y lo contrario también es cierto, aclaró: la religión enriquece la cultura.

Las visiones de la Natividad en la colección son tan diferentes como sus procedencias.

Un payaso -que sostiene las cuerdas de globos rojos, amarillos y verdes con motas blancas- aparece en una escena alemana festoneada con un muñeco de nieve, un Santa Claus y un titiritero. Una figura con luenga barba blanca fuma una pipa curva.

Los pesebres alemanes suelen incluir a Santa Claus. «Los alemanes son muy afectos a San Nicolás’’, comentó Tim Bennett, profesor adjunto de la Universidad de Wittenberg en Springfield. «Es un reflejo de la costumbre de hacer regalos’’.

En una escena mexicana, María y Jesús yacen sobre la arena rodeados de cactus y figuras de cerámica anaranjada con sombreros. De espaldas al grupo aparece Satanás, con un cráneo de vaca como cabeza, un tridente en ristre y una botella de licor.

La presencia de Satanás proviene de la época en que los conquistadores españoles asustaban a los indígenas mayas con el demonio para convertirlos al cristianismo, explicó Artimus Keiffer, profesor adjunto de geografía en Wittenberg.

«Era Satanás o Cristo. Uno escogía a uno o al otro’’, dijo.

 En una escena de los pueblos, el establo es sustituido por una choza de adobe y el pesebre con una cesta usada por las tribus nómades para llevar sus bebés. Osos, lagartos, víboras y sapos rodean a María, José y Jesús. Las figuras de arcilla tienen manos y rostros rústicos y están representados con tonos suaves de marrón color tierra.

«Parecen más caseros y hogareños’’, dijo Judy Brucken, que vino a ver la exhibición. «Da la sensación de acogimiento y satisfacción’’.

Las figuritas de cerámica son de origen cristiano pero también presentan firmes características culturales, dijo Roten, también director del Instituto Internacional de Investigación Mariana, un centro de estudio sobre el papel de María en la vida cristiana.

«La única parte de las figuras altamente desarrolladas son la boca y la nariz’’, afirmó. «La nariz es el órgano de conexión con la naturaleza: es el medio por el que recibimos el hálito de la vida y es una característica de los seres vivientes’’.

Agregó que «de modo similar la boca abierta, redondeada, habla del alimento para la vida y también refleja la tradición popular de la narración oral’’.

Robin Margaret Jensen, profesora de historia del arte y culto cristianos en la Universidad de Vanderbilt, dijo que la gente transfiere la escena de la Natividad al contexto de su propia cultura para darle sentido’’.

Las iglesias fueron las primeras en crear escenas del nacimiento, en el siglo XIII, y luego las imitaron personajes famosos y prominentes creando sus propias escenas.

En la primera década del siglo XIX empezaron a aparecer figurines que semejaban personas de las mismas ciudades y pueblos de los artistas, dijo el religioso John Giuliani, un artista de Redding, Connecticut, que ha pintado escenas de la Natividad y ha disertado sobre el significado de historias sobre el tema.  Por ejemplo, dijo, las escenas creadas por artistas de la zona de Nápoles solían mostrar pescadores, campesinos y mercaderes en torno del pesebre.

OTRAS MUESTRAS

Una escena suiza muestra un establo nevado rodeado de abetos. Los sombreros de fieltro con plumas familiares en los Alpes coronan las testas de los figurines, que usan cayados para marchar por la nieve camino del establo. Al lado del pesebre se alza una pila de leña.

Una escena rural francesa muestra un pozo de agua y rebaños de ovejas en la cercanía de casas de techos de tejas anaranjadas y chimeneas de piedra. Las aldeanas con largos vestidos y chales caminan hacia el pesebre.

Uno de los conjuntos fue adquirido en Nigeria en los años 60. Muestra figuras de madera con tallas intrincadas a la vera de un manantial. Algunas esgrimen sombrillas para protegerse del sol. Unas mujeres portan hatos de leña sobre la cabeza. (AP) 

«Tiene sentido ver escenas de la Natividad en todas las diferentes culturas’’, afirmó Jensen. «No sabemos cómo eran María y Jesús. Encara el problema de caracterizarlos siempre como europeos occidentales’’.

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