El peso de la deuda

El peso de la deuda

La credibilidad de la política fiscal es fundamental para el crecimiento sostenido del PIB y la creación de empleos, ha sido la historia de Chile y en otros países de América Latina, basado en la ley de responsabilidad y transparencia fiscal. Aunque en República Dominicana no la tenemos, hay evidencias de que se sigue una regla para la política fiscal, que limita el déficit y ayuda a gestionar adecuadamente la gigantesca deuda pública que dejó el pasado Gobierno. Se ganó credibilidad cuando en el presupuesto del 2014 se fijó como meta un déficit de 2.8% del PIB igual que el del 2013, se logró por el aumento real de 13.16% de los ingresos corrientes más donaciones (RD$372,168.7 millones) debido a la reforma de impuestos del 2012 y a una mejor gestión en la DGII, y porque el gasto total (RD$442,193.9 millones) se redujo 5.08% en término real.

Si se mantiene la regla fiscal se lograrían importantes avances cuantificables. Uno, rompería el círculo vicioso de déficit y aumento de deuda, lo que permitiría, desde que el presupuesto logre superávit primario, que la economía entre en un proceso de reducción del balance adeudado respecto al PIB. Dos, parte del superávit primario podría destinarse a crear un fondo para contrarrestar los ciclos externos, para evitar situaciones como la actual; el Gobierno no está en condiciones de poner en práctica una política fiscal menos restrictiva, como lo manda el librito cuando las economías desarrolladas oscilan entre poco crecimiento y recesión, es lo que indican las proyecciones recientes de la Zona del Euro, Japón, EE.UU. y países emergentes.

En concreto no puede aumentar el gasto, para evitar que el crecimiento del 2014 se comporte por debajo del potencial (así le llaman cuando, como ahora, la inflación observada y la inflación de largo plazo tienen el mismo), porque en dos renglones tiene comprometido el 25% de los ingresos corrientes; debe pagar RD$71,465.6 millones (2.6% del PIB) por intereses de la deuda y transferir al BC la suma de RD$32,834.1 millones (1% del PIB). Es decir, mientras en el corto plazo el Fisco hace un enorme sacrificio para pagar la deuda, la sociedad no recibe beneficios tangibles, porque el Gobierno pasado usó los fondos para financiar gastos corrientes y no creó capacidad de producción. Es lo que hace insostenible el actual stock de deuda.

Tres, aunque tomará tiempo superar la crisis fiscal que dejó el Gobierno pasado, siguiendo la regla es posible anticipar posibles escenarios de incumplimiento del servicio de la deuda y de reestructuración del balance. Para evitar sorpresa como la de 1983, que por razones de ingresos se dejó de pagar la deuda externa, no obstante representar apenas 32.1% del PIB y, como ahora, los Organismos Internacionales sostener el criterio de que podíamos seguir la fiesta de deuda. Experiencia que debemos asimilar para no seguir justificando una capacidad de endeudamiento que no tenemos, apoyado en el indicador sin utilidad práctica deuda/PIB y en análisis numérico y econométrico de conveniencia. La política fiscal gana credibilidad si el límite de la deuda se fija dando mayor peso relativo a hechos históricos y a la política equivocada que como respuesta dieron las autoridades de la época.

 

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