Hoy 
El peso de los presidentes en cualquier país es grande, pero en el nuestro es inconmensurable. De tal magnitud, que aún dejando el poder se mantienen con posibilidades de retornar. Sin ponderaciones sobre la limpieza de los procesos electorales a partir del 1962, observemos los candidatos de los partidos tradicionales.
Cuando se produjo el ajusticiamiento del dictador en 1961, el presidente designado era Joaquín Balaguer, quien tuvo que abandonar el país. En 1962 se celebraron las primeras elecciones democráticas y ganó el Profesor Juan Bosch, derrocado siete meses después. Se fue al exilio y retornó luego de finalizada la guerra de abril.
En 1966, el ex gobernante Bosch que simbolizada la dignidad democrática y constitucional, participó como candidato del PRD, enfrentándose a Balaguer que también había regresado del exilio, por el Partido Reformista, y aún habiendo otras figuras del mismo origen y pensamiento conservador, primó el hecho de haber sido presidente, aunque títere de Trujillo. En 1970 y 1974 Balaguer participó prácticamente solo, ante la abstención del PRD, gobernando por 12 años.
En 1978 participaron: Balaguer, Bosch con un PLD de reciente creación, y Antonio Guzmán por el PRD. En 1982 participaron: Balaguer, Bosch, y Jorge Blanco por el PRD.
Independientemente del liderazgo de Jacobo Majluta, haber sido presidente por 41 días luego de la muerte de Guzmán, le abrió posibilidades y lo dimensionó hasta para medirse frente a Peña Gómez, líder del PRD. En 1986 participaron: Balaguer, Bosch y Jacobo Majluta por el PRD. En el 1990 participaron: Balaguer, Bosch, Peña Gómez y Majluta separados. En 1994: Balaguer, Bosch y Peña Gómez.
En las elecciones obligadas del 1996, no participaron Balaguer ni Bosch, pero como únicos dos ex presidentes activos, ya que Salvador Jorge Blanco por situaciones especiales estaba colocado en una especie de ostracismo político, se dieron las manos y se la levantaron a Leonel Fernández para llevarlo a la Presidencia.
En el 2000 participaron: Balaguer, Hipólito Mejía y Danilo Medina. En el 2004: Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Eduardo Estrella.
En el 2008: Leonel Fernández, Miguel Vargas y Amable Aristy. Y en la más reciente del 2012 participaron: Hipólito Mejía y Danilo Medina.
Del 1962 a la fecha, los únicos dos presidentes que no optaron por una nueva postulación fueron: Guzmán, que murió en el ejercicio del poder, y Jorge Blanco por las razones expuestas anteriormente. Los demás: Bosch 5 veces; Balaguer 9; Leonel Fernández 3; Hipólito Mejía 3; y Jacobo Majluta, con un asterisco por haber sido presidente constitucional por 41 días, tres veces. Danilo Medina está agotando su primera oportunidad.
Por tales razones, no se puede afirmar jamás que los ex presidentes son cadáveres políticos andantes. Siempre están latentes en el corazón de sus partidarios, o de una parte importante de ellos. Esa es la enseñanza de nuestra historia. Su peso es demasiado grande. Y lo mismo ocurrirá con Danilo Medina cuando cumpla su período. Porque el paso por la Presidencia los convierte permanentemente en potenciales candidatos.
