POR CARMEN CARVAJAL
Algunos lo atribuyen a factores coyunturales, otros a planes concretos de los productores para incrementar sustancialmente sus ganancias, lo cierto es que el petróleo y sus derivados se mantienen por las nubes, amenazando seriamente las expectativas de recuperación de la economía dominicana.
Con un consumo creciente, que al día de hoy se estima en unos 165,000 barriles diarios, República Dominicana es importadora neta de combustibles, crudos y procesados, que supusieron el año pasado un desembolso superior a los US$1,667.3 millones, 251 millones de dólares más que en el 2003.
El precio promedio de compra durante el año pasado fue de unos 39.6 dólares el barril. Sin embargo, en lo que va de año, el precio del barril de crudo West Texas Intermed se ha mantenido cercano a los 50 dólares, y durante las últimas semanas se ha mantenido muy por encima de ese monto.
Durante toda esta semana, los precios de los diferentes tipos de petróleo utilizados como referencia en el mercado mundial se mantuvieron rompiendo récords, y acercándose cada día más entre sí. El barril de la OPEP, compuesto por siete tipos diferentes del crudo, seis de los países miembros y uno de México, estuvo rozando los 50 dólares, cerrando la amplia brecha que mantenía con relación a los precios de los crudos norteamericanos.
El brent, que siempre fue más barato, también casi alcanzó en sus cotizaciones a los crudos de Estados Unidos.
De mantenerse los precios como hasta ahora el país se verá en graves dificultades para cubrir la factura, ya que con los niveles actuales de consumo cada dólar de aumento en el precio del barril supone un incremento de 60.millones 225 mil dólares.
ALGO HAY QUE HACER
El presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, Arístides Fernández Zucco, entiende que si la tendencia en los precios del petróleo y sus derivados no se revierte, el impacto de la factura sobre la economía dominicana sería devastador.
Considera urgente que se adopten mecanismos para estimular el ahorro, tanto en el consumo de combustible como de energía eléctrica. Esta conciencia sobre la necesidad de ahorrar debe primar tanto en los ciudadanos, en el sector privado como en el propio gobierno.
La casi totalidad de la producción de energía eléctrica del país se obtiene quemando derivados del petróleo, y un porcentaje inferior mediante hidroeléctricas. Y no se aprovechan otras fuentes alternativas.
El incremento en la tarifa que se produciría si los precios se mantienen como están o a niveles similares, limitará considerablemente las posibilidades de inversión del gobierno en obras prioritarias.
Recordó Fernández Zucco que de marzo del 2004 a marzo del 2005, los precios de los combustibles crecieron en un 45%, y a pesar de que los problemas económicos que afectaron seriamente el país el año pasado motivaron una reducción del consumo, los elevados precios hicieron que la factura se incrementara en cerca de 18%.
El nivel de los precios de los derivados del petróleo en el país, si el crudo sigue subiendo, será imposible de sostener, y el gobierno se vería obligado a reducir los impuestos, con lo que se puede ver afectada la estabilidad macroeconómica, ya que se puede perder o reducir, una importante fuente de ingresos del Estado, que además están ya especializados para el pago de la deuda externa.
El precio de referencia que usa la Refinería es el West Texas Intermed, porque ese es el que usan sus suplidores, y llama la atención que desde los años 70, cuando la crisis de Irán y el embargo dispuesto por los países árabes a los Estados Unidos, no pasaba de 45 dólares.
Toda esta situación, entiende Fernández Zucco, hace más urgente reanudar las exploraciones a las posibilidades de encontrar crudo en el territorio dominicano. Explicó que los pozos que hace un par de décadas, tal vez, no resultaban rentables, con los actuales precios sí lo sean.
A su juicio, conque el país pueda extraer del subsuelo el petróleo necesario para la generación energética, significaría una ganancia considerable.
LAS CAUSAS
Si bien existen algunas causas reales que han influido en los precios internacionales, como el incremento bestial en el consumo de los chinos, que equiparan ya a Japón con los segundos mayores consumidores después de Estados Unidos, y de La India, Fernández Zucco ve una política trazada por los productores en los elevados precios actuales.
Entiende que el hecho de que los precios del Brent, del mar del norte, que es el de referencia en Europa, y que siempre se mantenía a precios muy por debajo de los crudos norteamericanos, haya prácticamente igualado a éstos, es una muestra de ellos. También el de la OPEP, que siempre fue el más barato.
Entiende que en esta política de aumentos de precios también participa México y Noruega, que no son miembros de la OPEP, pero sí grandes productores.
En cuanto a la influencia de China, es notable, ya sólo en el primer semestre del año pasado incrementó su consumo en más de un 54%. Además, este país compra crudo equivalente el 175% de su demanda, lo procesa, se queda con el gasoil y vende a los vecinos los demás combustibles, con lo que gana gran cantidad de dinero, pero ayuda a distorsionar el mercado.
En el área del Caribe, México se vio afectado por el huracán Iván que redujo en 28 por ciento su producción.
El problema de los precios causa tanta preocupación que ha concitado llamados desde diferentes organismos y naciones en procura de buscar una solución.
El Fondo Monetario Internacional intervino esta semana para pedir a los países miembros de La OPEP que dupliquen la producción. El organismo internacional teme que el precio del petróleo y sus derivados afecte el crecimiento de la economía mundial.
En Estados Unidos también se manifiesta procuración. El presidente George W. Bush habló sobre la necesidad de poner fin a la dependencia del petróleo importado.
En un discurso pronunciado en el estado de Ohio, Bush, esta semana, dijo que esa dependencia del petróleo importado se ha convertido en una amenaza para la seguridad nacional e instó al Congreso a permitir la exploración en un santuario ecológico de Alaska «por el bien del país».
Estados Unidos es uno de los mayores productores de petróleo del mundo, pero su consumo es tan alto que debe importar más del 60 por ciento de los hidrocarburos que necesitan su industria y su parque automovilístico.
De los 11,8 millones de barriles diarios importados, 2,4 millones provienen de la inestable región del Golfo Pérsico.
«Más de la mitad del petróleo que consumimos para mantener nuestro estilo de vida proviene del exterior… y nuestra dependencia está aumentando», dijo.
El presidente de Estados Unidos afirmó que «esto crea un problema de seguridad nacional y un asunto de seguridad económica y es por eso que es importante que utilicemos los recursos que tenemos aquí, en nuestros territorios».
Añadió que «es necesario que el Congreso analice los hechos y me envíe (para su promulgación) un proyecto que incluya la exploración» en el Refugio Artico de Vida Natural (ANWR).