La Peugeot cuenta con un carro coupé deportivo que brinda seguridad, estabilidad y confort,  y se trata del RCZ, que está acaparando la atención de los que gustan de un auto moderno.

Más que un concept-car convertido en realidad, el coupé deportivo RCZ marca una nueva etapa en la tradición de los “vehículos de placer” de Peugeot, al tiempo que ilustra la renovación del universo de la marca.

 Su diseño expresivo e innovador, su exclusivo habitáculo, sus motores, tan dinámicos como responsables, las sensaciones de conducción que procura, todo ello impulsa a la marca, orgullosa de sus 200 años de historia, hacia un futuro que se presenta todavía más apasionante.

El Peugeot RCZ, coupé deportivo compacto de 2+2 plazas, ha sido desarrollado para convertirse en un vehículo exclusivo; en un verdadero fuera de serie, todo un concentrado de emociones, para los  pasajeros.

Su nombre.   RCZ, simboliza este posicionamiento singular en relación al resto de la gama Peugeot: se trata del primer turismo de la Marca que no utiliza un nombre numeral con un cero o un doble cero centrales;  como ilustración del “nuevo universo” de la marca, el RCZ exhibe en su carrocería el nuevo León rediseñado.  El RCZ apunta a una clientela moderna, particularmente exigente y muy al día en términos de producto automovilístico, que busca diferenciarse y que está dispuesta a caer en la tentación.

Por todo ello, el RCZ es el primer vehículo “fuera de serie”, de la gama Peugeot. Le seguirán otros modelos “fuera de serie” en los próximos años, todos ellos distintivos, con una identidad propia, fuertes apuestas en todos los ámbitos y depositarios de nuevas sensaciones. La primera etapa del proyecto RCZ se inició en septiembre de 2007, con ocasión del Salón de Frankfurt. Peugeot desveló entonces un concept-car que no dejó a nadie indiferente, nacido de la pasión y de la experiencia de los equipos de la Marca del León.  La decisión de darle una vida comercial se impuso rápidamente y se confirmó en el Salón de Ginebra, en  2008.

De todas maneras, para conseguir dar el paso del sueño a la realidad, fueron necesarias una determinación real.

Fuera de serie.   Diseñadores e ingenieros concibieron, por tanto, unas prestaciones de acuerdo con lo que el vehículo evoca exteriormente. En efecto, si la voluntad inicial era la de conservar el espíritu estilístico del concept, pese al desafío que suponía la superación de todos los inconvenientes inherentes a su fabricación y a su comercialización, la apuesta fue todavía más lejos. Así, se asignaron objetivos muy ambiciosos en términos de sensaciones de conducción y de calidad de fabricación para dotarle de una identidad propia extremadamente fuerte.  Otro de los desafíos del proyecto fue completar el desarrollo. 

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Máxima seguridad

El RCZ se beneficia del más alto nivel de seguridad pasiva con una estructura optimizada que comprende, por ejemplo, tres vías de esfuerzo delanteras para la absorción de la energía en un hipotético impacto, sistemas de retención eficaces y un capó activo de accionamiento pirotécnico. Peugeot pretende, de igual manera, conservar su liderazgo en la llamada seguridad terciaria. Para ello, la Marca desplegará a lo largo de 2010 y sin sobreprecio para toda la gama RCZ, lo que supone una novedad mundial. Un  dinámico y elegante, el diseño del RCZ ofrece un nuevo equilibrio, armonía y energía a la vez.  El doble abombamiento del techo y de la luneta trasera suponen, no sólo una pequeña proeza técnica sino también la nota de estilo de un coche con detalles.