El día es de regocijo y por eso sus juveniles rostros reflejan alegría, felicidad. Y es que ya está tomando forma un sueño añorado durante años por los habitantes de aquí: un liceo secundario
POR ROSA FRANCIA ESQUEA
EL PINO, La Vega.- Efectivamente, todavía el edificio definitivo está en vías de construcción, a la espera de apoyo económico para concluirlo, pero la firme voluntad de la comunidad ha hecho posible que el pasado 3 de septiembre iniciara la docencia en un local provisional aledaño a la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia.
Eso ha traído la tranquilidad no solamente a los 153 muchachos y muchachas que están distribuidos en los tres primeros grados del bachillerato, sino a sus padres, porque sus hijos tienen un plantel accesible y es una garantía de que la deserción escolar quedará reducida.
Además, no tienen que arriesgar sus vidas en la autopista Duarte, pagando pasaje o esperando bolas de transeúntes, como expresó sor Maribel Rodríguez, una de las religiosas de las Hijas Misioneras de la Santísima Trinidad, que administra el centro educativo católico que lleva el nombre de Monseñor Juan Antonio Flores, quien fue obispo de La Vega durante 26 años.
Por eso, para dar gracias a Dios, el obispo de la diócesis de La Vega, monseñor Antonio Camilo, ofició una celebración eucarística, a la que asistieron los alumnos, profesores, colaboradores, el párroco padre Tomás Alejo, quien ha sido el impulsor de la obra y el Consejo encabezado por Dionisio Francisco González, que ha trabajado con él hombro con hombro.
El obispo de La Vega apoya iniciativa
Monseñor Antonio Camilo expresó su satisfacción de que la parroquia Nuestra Señora de la Altagracia asumiera ese reto a favor de la educación a nivel secundario y de la evangelización.
Recordó que el mismo Jesús dijo a sus discípulos: ustedes me llaman maestro y dicen la verdad porque lo soy, no solamente maestro de la ciencia, sino de la verdad y de la sabiduría.
También, el prelado manifestó su alegría de que el liceo lleve el nombre de Monseñor Flores a quien definió como un formador de conciencia y me uno también a este reconocimiento para que quede su memoria no solamente grabada en los corazones, sino en este liceo Monseñor Juan Antonio Flores Santana.
Monseñor Camilo destacó que su antecesor en el obispado dio gran importancia a la educación humana y religiosa. Por eso no solamente propició la construcción de templos, sino de escuelas, como ha sido tradición de la Iglesia.
El prelado católico exhortó a los estudiantes a amar a Dios, a acoger el conocimiento de la ciencia y la verdad a capacitarse académicamente con la experiencia y el raciocinio que requiere la juventud y a mantener un gran respeto a su familia, la cual, expresó, debe tener una estrecha relación con la escuela.
Inicio y trayectoria de la obra
Con el padre Tomás Alejo a la cabeza, desde hace alrededor de dos años la comunidad de El Pino, distante a unos 13 kilómetros del municipio de La Vega, está abocada a la construcción de un liceo. Con esos fines ha realizado variadas actividades, como rifas, reinados y emisión de bonos.
Para recabar apoyo económico han tocado las puertas de empresas e instituciones y los corazones de personas sensibles, muchas de las cuales han hecho su aporte, pero dada la magnitud de la obra todavía se requieren muchas donaciones.
El primer picazo se dio el 14 de marzo del año pasado; sin embargo, el edificio todavía no está empañetado y le faltan todos los detalles de terminación y equipamiento.
El padre Tomás Alejo hizo un llamado a la Secretaría de Educación, al síndico Fausto Ruiz y otras instancias oficiales a que apoyen esta obra que en un futuro cercano beneficiará a miles de estudiantes, no solamente de El Pino, sino de las zonas aledañas que están concluyendo los estudios del ciclo básico.
Asimismo, agradeció al titular del Indotel, doctor José Rafael Vargas porque prometió la instalación de un centro de informática.