El placer no es la felicidad

El placer no es la felicidad

Lustig: el placer se experimenta solo, la felicidad en grupos, familiares y sociales

A través de los años la definición de placer se conjuga igual que la felicidad. Craso error: son dos elementos que, aunque son las emociones principales de nuestro cerebro tienen ambas grandes diferencias.

Pertenezco a un chat de distinguidos médicos (educación médica), donde se discuten y analizan con mucha propiedad temas de interés médico y para la salud de nuestro pueblo. Hace unos días envié al grupo de distinguidos colegas una entrevista hecha al Dr. Robert Lustig, profesor de la Universidad de California, donde él describe con gran acierto las diferencias entre felicidad y placer.

Este envío lo había recibido amablemente del periodista amigo Fernando Quiroz. En la oportunidad señaló el distinguido profesor que la hormona de la felicidad, la serotonina, no se originaba en exceso, pues a nadie le sobra la felicidad.

Al señalar el expositor que no se producía un exceso de la serotonina, el estimado amigo psiquiatra el Dr. Carlos de los Ángeles envió al grupo las evidencias científicas muy actualizadas acerca del llamado Síndrome serotoninérgico, que es una afección potencialmente mortal que se produce por una actividad acrecentada del sistema nervioso central por efecto del aumento de la serotonina, pero que suele estar relacionada más con fármacos.

Pero veamos un resumen de la opinión del Dr. Lusting: él considera que hemos sufrido una crisis cultural y considera que esta se resume por la mala y errada interpretación que hemos tenido de las dos emociones más importantes y positivas que tiene el humano, el placer y la felicidad ya que mucha gente erróneamente las equipara, y las consideran la misma cosa.

El sustenta que el placer y la felicidad tienen 7 grandes diferencias señala que: el placer es pasajero.

La felicidad es permanente. El placer es visceral. La felicidad es etérea. El placer es recibir. La felicidad es dar.

El placer se consigue con sustancias, la felicidad no se puede conseguir con substancias. El placer se experimenta solo, la felicidad se experimenta en grupos, familiares y sociales. Los placeres extremos llevan a la adicción, ya sea a través de substancias o comportamientos, pero no existe tal cosa como hacerse adicto a mucha felicidad. Y la séptima y más importante, es que placer es dopamina y la felicidad es serotonina.

Estos son dos neurotransmisores que utilizan las neuronas para conversar entre ellas: la dopamina es un excitatorio y la serotonina es un inhibidor.

¿Cómo actúan? Veamos el uso de una droga con la Dopamina que es una sustancia excitatoria, esa droga que en principio nos produce placer pero el cerebro por un mecanismo que se llama apoptosis, va eliminando parte de los receptores cerebrales que reciben esa droga, lo que por la disminución en número de ellos, se necesita cada vez una mayor cantidad de esa sustancia estimulante.

En cambio, la serotonina es un neurotransmisor inhibidor, sus receptores no se reducen. Actúa inhibiendo otros neurotransmisores para producir alegría.

Cuando el planteó que nadie puede tener una sobredosis de serotonina, de seguro para señalarlo solo en el concepto de la felicidad, quizás existe eso «de morir de amor. Tenemos el grave problema de no diferenciar claramente entre placer y felicidad.

Entonces fue cuando el prominente psiquiatra Carlos de los Ángeles nos ilustró con información sobre el síndrome serotoninérgico, que generalmente se produce por fármacos que pueden conducir a la hipertermia, la hiperactividad, la acidosis metabólica, destrucción de músculos, convulsiones y lesión renal aguda.

Es decir, que debemos tener mucho cuidado con los fármacos serotoninérgicos. No se los tome usted en exceso buscando felicidad, pueden matarlo.

Recordar siempre que la felicidad tiene 5 íes: íntima, inmediata, indefinible, innegociable y la más importante es intransferible.

Se inicia la Semana Mayor, pero no olvidemos que hay un enemigo latente llamado covid que está en acecho y que tal vez en busca del placer aumenten los casos y su estela de muertes. Respetemos las normas recomendadas, el placer desmedido puede esperar, para poder seguir siendo felices.

La felicidad tiene 5 íes: íntima, inmediata, indefinible, innegociable e intransferible

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